Publicado: agosto 24, 2025, 6:07 pm

La princesa Leonor se incorporará el 1 de septiembre a la Academia General del Aire en San Javier (Murcia) y lo hará como una alumna más, sujeta con ello a las estrictas normas de convivencia y con una importante carga lectiva que incluirá horas de instrucción en simuladores antes de poder pilotar junto a un instructor el avión de entrenamiento Pilatus.
La jornada arrancará a las 06.30 con el toque de diana y las clases se inician a las 07.40, tras el desayuno. La sesión matinal se prolonga hasta las 15.00 horas, con un breve receso a media mañana, para retomarse a las 16.00 horas hasta las 18.00. A partir de esa hora, los alumnos disponen de tiempo de paseo, que pueden dedicar para salir de la escuela o estudiar, hasta las 22.15 horas. La cena, que puede hacerse fuera, es a las 20.30 y a las 22.30 se decreta silencio.
La rigidez de los horarios castrenses no es nueva para la Princesa de Asturias, que en los dos últimos cursos ha pasado ya por la Academia General del Ejército de Tierra en Zaragoza y por la Escuela Naval Militar de Marín (Pontevedra) y se incorporará ahora a la de San Javier como alumna de cuarto curso, al haber alcanzado ya el grado de alférez.
Pilotar en solitario
El principal desafío este curso para la hija mayor de los Reyes será su instrucción para pilotar. El director de la academia, coronel Luis González Asenjo, no quiere dar plazos sobre cuándo la Princesa Leonor podría subirse por primera vez junto a su instructor a uno de los PC-21 Pilatus con los que entrenan ahora en San Javier y mucho menos sobre si llegará a pilotar en solitario.
Para que esto ocurra, la futura capitana general de las Fuerzas Armadas tiene que dar primero clases teóricas y luego varias horas en el simulador del Pilatus. En un primer momento, los alumnos practican el pilotaje de este aparato en un simulador CBT (Computer Based Training), que mediante tres pantallas les permite una primera toma de contacto con todo el instrumental de vuelo.
A continuación, la instrucción sigue en el simulador avanzado FTD (Full-fligh Training Device), donde tendrá una experiencia prácticamente real de pilotaje puesto que simula la cabina del Pilatus y ofrece una visión de 180 grados. Además, los alumnos realizan su entrenamiento con todo el equipo con el que se subirán a bordo del avión, lo que les ayuda a familiarizarse antes de la prueba de fuego.
Los primeros vuelos con el instructor sirven sobre todo para una toma de contacto y coger confianza, para pasar luego al aprendizaje de todos los instrumentos del aparato. Ya en una tercera fase, cuando el alumno está preparado, se realizan vuelos en formación con otros aparatos y maniobras conjuntas, siempre acompañados por el instructor.
Cuando este último considera que el alumno está suficientemente preparado se produce lo que en aeronáutica se conoce como ‘suelta’, es decir, el primer vuelo en solitario. Tampoco en este caso desde la Academia quieren hablar de plazos o adelantar si la Princesa volará en solitario.
Desde el Ejército del Aire inciden en la complejidad de pilotar un avión y advierten que ha habido alumnos que llegado el momento, pese a haber completado toda la formación teórica y práctica satisfactoriamente, no han sido capaces de subir al aparato y volar.
Así pues, está por ver si la princesa Leonor, que sigue los pasos de su padre y de su abuelo, Juan Carlos I, en su instrucción militar también conseguirá como ellos llegar a pilotar. En el caso de Felipe VI, ha llegado a pilotar un avión de combate Eurofighter mientras que su padre ha pilotado el avión A400M, convirtiéndose en el primer jefe de Estado en hacerlo.
Cuarto compartido
Por otro lado, la hija mayor de los Reyes compartirá camareta junto con otras tres alumnas en un pabellón solo para mujeres. Estas habitaciones, salvo excepciones, no cuentan con baño, por lo que los alumnos usan uno compartido al final del pasillo en el que están los retretes, las duchas y los lavabos, todos separados, así como un vestuario.
Por lo que se refiere a las habitaciones, cada alumno cuenta con una cama, un armario, un escritorio con una cajonera y una pequeña estantería para poder guardar sus pertenencias y su material. Respecto a esta última cuestión, la academia les brinda el vestuario -no incluye la ropa interior ni el calzado deportivo-, pero recomienda que lleven entre otras cosas crema de protección solar, repelente de mosquitos, una linterna frontal con luz roja o un kit básico de costura así como de primeros auxilios, entre otros.