Publicado: agosto 18, 2025, 10:07 am
En el espinoso y complejo debate sobre la reestructuración de la izquierda alternativa y cómo ésta se presentará finalmente al próximo ciclo electoral, donde están inmersos Yolanda DÃaz, Ione Belarra o Antonio MaÃllo, se interpela habitualmente al músculo de la militancia propia como señal de fortaleza y como fuente de autoridad para reclamar espacios de poder. Ya sea en las listas electorales, en las mesas de negociación o a la hora de repartir los puestos de visibilidad y dirección en las alianzas. Es un arma, entre otras muchas, para negociar. Pero, paradójicamente, los datos reales de afiliados de los partidos permanecen en la mayorÃa de casos en una nebulosa y se ocultan, incluso, cuando hay primarias y desde los medios se pide la cifra.
Esa fidelidad, ese cuerpo de soldados de los partidos que tanto ayuda a la implantación territorial, a extender raÃces en los municipios o a hacer labores invisibles pero cruciales para levantar campañas, puede medirse, aunque con sus limitaciones, a través de la cuenta de resultados de los partidos. Y por primera vez hoy, gracias a los balances del año 2024, se puede hacer entre las tres fuerzas polÃticas que, con sus matices, aspiran a ejercer el liderazgo en esta izquierda alternativa: Movimiento Sumar (Yolanda DÃaz), Podemos (Ione Belarra) e Izquierda Unida (Antonio MaÃllo).
El resultado es especialmente negativo para la vicepresidenta segunda del Gobierno. Su partido, Movimiento Sumar, que es el motor de la coalición electoral Sumar, apenas recaudó 53.443 euros en este primer año que puso en marcha una cuota para los militantes. Podemos multiplica este dato por 20, ya que con una estructura más consolidada consigue financiarse con 1.050.063 euros gracias a sus afiliados. No obstante, aquà el que gana claramente es IU, que con una larga trayectoria a sus espaldas está en la cifra más alta de los tres: 1.198.955 euros. Casi 23 veces más que Movimiento Sumar.
¿Por qué estos datos dan información relevante? Porque demuestran que Movimiento Sumar es un partido con muy pocos afiliados, que Podemos aún mantiene una destacada tasa de lealtad entre los suyos a pesar del declive de su representación en las instituciones y que IU cuenta con unos cimientos organizativos y de implantación que, a la hora de la verdad, le arroja un alto rédito de concejales.
Pero esto nos lleva a otra cosa. Un elemento trascendental para construir una candidatura de unidad para las elecciones generales pasa irremediablemente por unas primarias conjuntas. Es un marco que, por primera vez, asumen los principales actores. También DÃaz, que lo rechazó en 2023. Esto implica abrir una votación en la que las bases de los partidos dictaminen en común quién liderará el espacio polÃtico -sea en la coalición Sumar o probablemente una alianza con otro nombre- y quiénes acompañarán a esa persona en las listas electorales de cada provincia.
TodavÃa se está muy lejos del diseño de esas primarias conjuntas, por no decir que ni han empezado a esbozarse. Pero con las cuentas de resultados de los tres partidos se puede concluir que Movimiento Sumar tiene un número de militantes exiguo respecto a IU y Podemos y que tiene las de perder si el censo de votantes en esas primarias exige para entrar haber pagado antes cuotas de afiliación. A Movimiento Sumar le interesarÃa, por ejemplo, que no, y que se abriera la inscripción a los simpatizantes del espacio sin obligación de pago. De lo contrario, IU y Podemos podrÃan arrasar.
Esto situándose en la hipótesis de que el partido morado se aviniera finalmente a entrar en la construcción de esa candidatura de unidad. Hoy por hoy no está por la labor, se presentarÃa en solitario con Irene Montero, pero sà que Movimiento Sumar, IU y otras fuerzas autonómicas tienen voluntad de concurrir en una lista unitaria, a la que se interpela a Podemos para adherirse. Como está sucediendo en AndalucÃa.
De vuelta a las cuentas, IU es el partido más transparente respecto a sus militantes. Reconoce cifras de en torno a 17.000 y 17.500 afiliados al corriente de pago. Abonan unos cinco o seis euros mensuales, dependiendo de la federación, pero cuenta con cantidades reducidas.
En Podemos los militantes aportan un mÃnimo de tres euros al mes aunque los hay con más. Igual que con menos si concurren circunstancias especiales de precariedad.
En cuanto a Movimiento Sumar, los estatutos marcan una cuota de cinco euros mensuales con opción a pagos de dos euros para las personas en situación más vulnerable. Los de Yolanda DÃaz -con ella aún como coordinadora- pusieron en marcha este sistema en abril de 2024, por tanto, no ha contado con el año completo como los demás partidos para captar y mantener a afiliados.
Hoy en dÃa, el partido que más ingresa por sus militantes es el PSOE, con 9,7 millones, mientras que el PP recauda 3,2 millones.
Grandes pérdidas en Podemos
Por otra parte, un vistazo global a la cuenta de resultados del año 2024 permite concluir que de los tres partidos de la izquierda alternativa al PSOE, el único que acabó el ejercicio en positivo fue IU. Ganó 1,2 millones de euros. Podemos se hundió en números rojos con unas pérdidas de 2,1 millones por su crisis de representación y pérdida de poder. De hecho, en 2023 tuvo un balance negativo de 4,6 millones. En cuanto a Movimiento Sumar, en su primer ejercicio al completo tras nacer en 2023, perdió 661.000 euros.
Por último, los números de Podemos permiten medir el gran impacto que ha tenido en la vida del partido el haber cedido el testigo del liderazgo del espacio polÃtico a Sumar. En 2023 los datos estaban viciados por haberse hecho esa transición a mitad de año.
En 2023 Podemos ingresaba entre dinero público y privado un total de 8,5 millones. Un año después, la cifra ha menguado hasta los 4,5 millones. Esto ha obligado a contener el gasto. De utilizar 10,1 millones ha pasado a usar 5,4 millones. Y ese apretarse el cinturón no ha sido suficiente. Ahà están los 2,1 millones de pérdidas con los que cerró 2024.