Publicado: julio 15, 2025, 12:07 pm
El consejero de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, Óscar Chivite, tío de la presidenta de la Comunidad Foral, María Chivite, ha asegurado ante la comisión del Senado que investiga el caso Koldo y sus derivadas, que «no dimitiría» aunque finalmente se compruebe la relación de la trama corrupta, de la que formaría parte Santos Cerdán, con la adjudicación de las obras del túnel de Belate.
Chivite ha iniciado su comparecencia ante la comisión asegurando que el informe de la UCO no menciona las obras de Belate y que tampoco son objeto de ninguna investigación. Ha insistido en que el procedimiento de adjudicación de la obra fue «transparente» y además se produjo antes de que él accediera al puesto y ha recalcado que ni la presidenta de la comunidad ni ningún consejero participan en los mismos.
También ha admitido que las obras de duplicación del túnel de Belate, adjudicadas por 62,8 millones de euros, van a sufrir una desviación al alza. Chivite no ha proporcionado cifras argumentado que el expediente está en tramitación pero la senadora de UPN, María del Mar Caballero, ha apuntado que el sobrecoste podría elevarse en 16 millones más.
El compareciente ha asegurado haber mantenido trato fluido con Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE y ahora en prisión, porque este tenía «como función mediar entre los distintos partidos políticos», habida cuenta de que el Gobierno central y también el de Navarra son de coalición.
También ha afirmado desconocer si Cerdán fue quien consiguió la partida que el Ministerio de Transportes otorgó para llevar a cabo las obras en Navarra puesto que ese paso fue previo a su nombramiento como consejero. Sí ha explicado que el dinero no se llegó a ejecutar en 2023. A partir de ahí fue cuando, según su relato, se habló con el Ministerio para que se habilitara definitivamente la partida y en ese cometido «sí estaba Cerdán».
Chivite ha admitido que la mesa de contratación de la obra de Belate resolvió el expediente de propuesta de adjudicación con «tres votos particulares» de ocho y un «expediente de fiscalización con reparos». El presidente de dicha mesa, Jesús Polo, que había sido habilitado para mantenerse como tal pese a haber cumplido la edad de jubilación, fue el que con su voto a favor inclinó la balanza para que finalmente se adjudicara la obra a la UTE formada por Servinabar y Acciona.
El consejero ha insistido en que a raíz de lo que le informó el secretario de la Mesa, y tras leer los votos particulares, concluyó que la adjudicación «no se había hecho a dedo» y además, ha recalcado que la adjudicación fue auditada por el Tribunal de Cuentas navarro sin encontrar ilegalidades.
De hecho, ha asegurado que, pese a todo lo que se ha sabido después, incluida la relación de Cerdán con Servinabar y que este esté en la cárcel, volvería a actuar de la misma manera y a hacerlo «todo igual». También ha afirmado que aunque se demuestre que la adjudicación estuvo dirigida a la trama corrupta, él «no dimitiría». «Por esta cuestión, no», ha recalcado.
Óscar Chivite ha explicado que su sobrina y presidenta le pidió, que aceptara el cargo de consejero pese a no tener ninguna experiencia en relación con la actividad pública por su «conocimiento en gestión e infraestructuras», un área en la que «había retos muy importantes».
