Publicado: julio 11, 2025, 1:07 am

María Dolores Fernández. Ese es, al cierre de esta edición, el nombre más reciente añadido a la lista de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en España. Un listado largo, pertinaz, que no cesa y que cada año vuelve a escribirse casi con idéntico trazo. Dolores murió de madrugada, mientras dormía en el dormitorio conyugal, a manos de su marido. A martillazos en la cabeza y con cortes de un cuchillo jamonero. Brutalidad pura, sin matices. Es la víctima número 22 en lo que va de 2025, y la mujer número 1.316 desde que el Ministerio de Igualdad comenzó a contar oficialmente estos crímenes, en 2003, como si ponerles cifra pudiera ayudar, al menos, a no mirar a otro lado. Y aunque julio aún no ha concluido -ni siquiera ha alcanzado su ecuador-, las cifras de este 2025 ya superan peligrosamente a las del año anterior.
Al término del primer semestre de este año, son 21 las mujeres asesinadas, frente a las 19 que se contabilizaron al cierre de junio de 2024. A estas alturas, cabría esperar algún signo de contención, pero no. Es precisamente el verano -y en el mes de julio en particular- el que suele concentrar una violencia más descarnada. Así, lo corroboran las cifras: desde 2003, 138 mujeres han sido asesinadas solo en este mes.
Después de matar a Lola su marido, Eutiquio Fernández, intentó quitarse la vida. Su tentativa se suma a las 187 registradas por el Ministerio, aunque 274 agresores sí llegaron a consumar el suicidio tras cometer el crimen. Lo que supone un 20,82% de los asesinos.
Limitarse a contar las asesinadas no basta para comprender la dimensión de esta violencia en nuestro país. Mientras ese número -que supone una de las estadísticas más atroces- parece haber descendido si se compara con las cifras de hace dos décadas, otros indicadores no han dejado de crecer. El Sistema VioGén, que agrupa a las mujeres que están bajo seguimiento por riesgo de maltrato, ha pasado de registrar 52.005 mujeres en 2015 a 102.575 en 2025. Un aumento del 97,23 % en solo diez años. También se ha triplicado el número de mujeres con protección policial: eran 16.613 hace una década; en la actualidad alcanzan las 57.962.
Un poco más esperanzadoras son las cifras de los menores asesinados. Por estas mismas fechas en 2024, había que lamentar el asesinato de siete menores por violencia de género, en cambio en 2025 se ha producido un descenso del 57% con tres menores asesinados.