Publicado: julio 2, 2025, 8:07 pm

La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha confirmado este miércoles el fallecimiento de un hombre de 75 años en Córdoba por golpe de calor. El fallecido, que presentaba patologías previas, se encontraba realizando actividades de ocio al aire libre. Por sus factores de riesgo, se engloba en el grupo de riesgo III de los que contempla el Protocolo Andaluz de Coordinación frente a los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud 2025.
Según ha informado el Gobierno regional, se trata del segundo fallecimiento por golpe de calor esta temporada en Córdoba y en el conjunto de Andalucía. En tanto que el día 21 de junio hubo que lamentar el fallecimiento de un hombre de 58 años con patologías previas que había estado trabajando en la colocación de un cartel luminoso en la calle.
Desde la activación del Protocolo Andaluz de Coordinación frente a los efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud el día 16 de mayo se han registrado once casos de pacientes que han sufrido golpes de calor en la comunidad, de los que tres permanecen ingresados en centros hospitalarios y otros seis han sido dados de alta. Estos casos se han producido uno en la provincia de Huelva, dos en la de Sevilla, uno en Almería, tres en Cádiz, uno en Jaén y tres en Córdoba –uno es el fallecido–.
Del total de golpes de calor que se han producido esta temporada, ocho tuvieron exposición a altas temperaturas al aire libre y tres en interiores. Las actividades que estaban realizando en el momento de la exposición se asociaron en cuatro de los casos a actividad laboral, uno de ellos era una persona sin hogar y seis se relacionan con actividades de ocio.
Además, un hombre de 67 años, perteneciente al Área de Salud Plasencia, en la provincia de Cáceres, ha fallecido a consecuencia de las altas temperaturas, según ha informado el Ejecutivo extremeño, aunque sin aportar más datos.
Cómo protegerse de las altas temperaturas
El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha recordado a la población que la exposición a temperaturas excesivas «puede provocar alteraciones en el normal funcionamiento de nuestro organismo como consecuencia de la pérdida de agua y electrolitos». Así, la afectación de la salud puede ir desde calambres, mareos, cefaleas, deshidratación, insolación hasta golpe de calor, siendo este el más grave al poder presentar daño multiorgánico, convulsiones e incluso coma.
Además, el SES ha hecho hincapié en que las personas mayores y los menores son más sensibles a los cambios de temperatura; y en las personas con determinadas enfermedades crónicas, sometidas a tratamientos médicos o con discapacidades que limitan su autonomía, «los mecanismos de termorregulación pueden verse descompensados».
De igual forma, ha indicado que la población especialmente susceptible ante situaciones de calor excesivo son los mayores de 65 años; los menores de 4 años; las embarazadas; las personas con enfermedades crónicas; con trastornos de la memoria; las que reciben ciertos tratamientos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.
Desde el SES se aconseja a la ciudadanía evitar la exposición al sol en las horas centrales del día; beber abundantes líquidos, sobre todo agua y zumos de fruta refrigerados, sin esperar a tener sed; evitar comidas copiosas y no abusar de bebidas alcohólicas.
El Protocolo Andaluz de Coordinación frente a los Efectos de las Temperaturas Excesivas recoge, además, que otras personas que se pueden ver especialmente afectadas por el calor son aquellas que viven solas, sin hogar, con condiciones económicas desfavorables, con exposición excesiva al calor por estancia en centros educativos, por razones laborales, como trabajo manual en el exterior o con elevado contacto con ambientes calurosos, o por practicar deportes de gran intensidad física o actividades de ocio especialmente entre las 14,00 y las 19,00 horas.
Para afrontar las altas temperaturas, la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía recomienda evitar en la medida de lo posible la exposición directa al sol en las horas centrales del día; y si hay que salir, hacerlo con la máxima protección; usar ropa ligera, colores claros, sombrero, gafas de sol, crema solar; mantener un buen nivel de hidratación; tomar frutas y verduras, etc. A las personas cuyo trabajo implica exposición al sol se recomienda moderar el esfuerzo físico en horas de más calor y se aconseja evitar la exposición directa al sol de bebés o menores de seis meses.