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Partidos de Sumar suben la presión sobre Sánchez: una petición de cuestión de confianza y dos amenazas de ruptura

Publicado: junio 17, 2025, 12:07 pm

Hay vida mucho más allá del discurso oficial de Sumar. Y esa vida está muy revuelta. Partidos que forman parte de la alianza que lidera Yolanda Díaz elevan la presión sobre Pedro Sánchez y el PSOE por la corrupción y advierten con tomar represalias si el presidente del Gobierno no hace un «cambio de paradigma» y ataja sus crisis de reputación y credibilidad con medidas contundentes de regeneración y de impulso de la agenda social.

Compromís empuja para que Sánchez se someta a una cuestión de confianza para examinar si cuenta con el respaldo del Congreso. Los Comunes abren la puerta a marcharse del Gobierno de coalición, donde tienen al ministro Ernest Urtasun, si aflora más corrupción. Y Chunta Aragonesista pretende revaluar su relación con el Gobierno y pone a debate la continuidad de su apoyo parlamentario si éste no gira en sus políticas sobre Aragón.

El terremoto de las revelaciones sobre Santos Cerdán ha hecho, pues, tambalear el respaldo que vienen prestando estos partidos, que la condicionan ahora a la reacción por parte de Sánchez. Pero es que, además, la próxima semana, los días 24 y 25 de junio, se celebra la cumbre de la OTAN en La Haya, en la que los países aliados estudiarán si se obligan a invertir un 5% del PIB en defensa. Un compromiso así por parte de Sánchez abriría una crisis interna enorme dentro de Sumar y en el seno del Gobierno, pues Izquierda Unida, que cuenta con la ministra Sira Rego, ha amenazado con marcharse del Ejecutivo si esto sucede. Es más, incluso si el porcentaje comprometido es inferior a ese temido 5%. Ahora España está en el 2%.

Así pues, hay movimientos de presión dentro de Sumar que se unen a los que ya ejerce también por su parte Yolanda Díaz, que quiere obligar al PSOE a establecer un «nuevo marco de relaciones» para que el socio minoritario sea tratado de «igual a igual». Eso, como primera condición. La segunda es impulsar medidas en una doble dirección: sobre regeneración (debate sobre los aforamientos y castigo legal a la «empresas corruptoras») y de impulso de la «agenda social».

Sobre esto último, Sumar quiere acabar con los «bloqueos» de sus iniciativas y exige un calendario y unos plazos temporales para aprobarlas. Sobre todo las que tienen que ver con el acuerdo de legislatura que firmó con el PSOE y que ahí está sin desplegarse.

Díaz expuso estas reclamaciones la noche del lunes, horas después de reunirse en Moncloa con Sánchez. Este martes han hablado sus aliados para hacer sus propias advertencias. Pues Sumar no ha amagado en ningún momento con salirse del Gobierno. Sí lo hacen los Comunes, que abren una grieta en ese apoyo del socio minoritario, al decir que no descartan «ningún escenario», incluido el irse del Ejecutivo, si aparecen nuevas revelaciones comprometedoras para el PSOE en el caso de corrupción que afecta a sus dos últimos secretarios de Organización en el caso Koldo: José Luis Ábalos y Santos Cerdán.

La confluencia catalana de Sumar cuenta con un ministro, Ernest Urtasun, que está al frente de la cartera de Cultura. Por lo que tiene un asiento en el Gabinete de Pedro Sánchez.

El coportavoz de los Comunes en el Congreso, Gerardo Pisarello, ha hecho un diagnóstico muy crudo de la situación y ha declarado que la confianza de su formación en el PSOE está «rota» hasta que «no se conozca toda la verdad». Por eso, y ante la amenaza de que puedan aparecer nuevos audios o indicios comprometedores, Pisarello ha expuesto que su presencia en el Gobierno «depende de lo que se sepa».

En rueda de prensa, Pisarello ha reconocido que no saben «hasta dónde llegan estas acusaciones». Además, ha remarcado sus dudas sobre las «insuficientes» explicaciones que se han dado hasta ahora porque «es muy difícil de creer que estemos ante dos lobos solitarios». «Al contrario», ha continuado, porque ve «demasiado indicios» que apuntan a una corrupción «más estructural» y «propia del viejo bipartidismo».

El diputado catalán ha metido presión a Sánchez para que «acelere» y «se ponga en marcha sin excusas» mucha de la agenda social que ahora mismo está paralizada. Le ha exigido que sea «desbloqueada». «Queremos hechos y una calendarización de esas medidas», ha dicho.

Por su parte, Compromís adopta un tono muy duro con Sánchez y subraya que su confianza en él está «totalmente rota». Àgueda Micó ha reclamado un «cambio de paradigma» y ha exigido «hechos» como un paquete de medidas «reales y contundentes» contra la corrupción, igual que un impulso de las medidas sociales. «Si quiere nuestra confianza se la tiene que ganar con medidas y cambios reales», ha remarcado.

Para la portavoz parlamentaria de Compromís, Sánchez tendría que presentar un compromiso tangible a los partidos que apoyaron su investidura y después «someterse a una cuestión de confianza» para ratificar que cuenta con un respaldo del Congreso. Eso sí, Micó ha evitado comprometer su voto hasta saber qué ofrece. «Veremos si le damos el apoyo o no se lo damos», ha dicho.

En su caso, Chunta Aragonesista ha señalado que tiene una «crisis» con el Gobierno por sus políticas sobre Aragón y con el PSOE por la corrupción. Por eso, el partido regionalista ha afirmado que tienen que abordar un debate en sus órganos sobre los pasos a dar, porque no puede ser que el PSOE trate a su comunidad «como un territorio de sacrificio».

El diputado Jorge Pueyo ha expuesto que Chunta tiene «todos los escenarios abiertos» sobre su relación parlamentaria con el Gobierno, del que no forma parte. Así, ha incidido en que la situación está generando que cada día se le esté haciendo «más incómodo» estar donde está. Sus palabras deslizan la posibilidad de asumir un papel distinto fuera del grupo de Sumar y desde el Grupo Mixto, donde tendría otra capacidad de presión.

Pueyo ha confiando en poder «reconducir» la situación y ha especificado que «en ningún caso se quiere hacer caer al Gobierno» o poner en «riesgo» su estabilidad, pero que eso es algo que decidirán en las próximas semanas los órganos de Chunta.

Eso sí, lo que ya reclama es una interlocución directa con Sánchez y el Gobierno y exige que Chunta también esté sentada en la comisión de seguimiento del pacto de la coalición de gobierno para poder explicar al PSOE «todos los incumplimientos de la legislatura».

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