Publicado: mayo 21, 2025, 4:07 pm
Claudia Montes, amiga del exministro de Transportes José Luis Ábalos y miss Asturias en 2017, ha declarado este miércoles como testigo en el Tribunal Supremo que pidió ayuda al también ex secretario de organización del PSOE para encontrar un trabajo. A su vez, durante su comparecencia, Montes ha negado haber tenido una relación sentimental o íntima con Ábalos.
Según informan fuentes jurídicas a EL MUNDO, Claudia Montes, que ha testificado por videoconferencia ante el magistrado Leopoldo Puente, ha señalado que fue a Koldo García, ex asesor de Ábalos, al que envió sus datos -aunque no su currículum- antes de ser contratada en LogiRail, una filial de Renfe. La testigo ha dado a entender que la redacción de su curriculum vitae correspondió a Koldo, quien habría falseado el mismo.
«No me acuerdo de haber enviado el currículum a Koldo. Porque, de hecho, a mí me llamó por teléfono y me pregunó sobre todo qué había estudiado y sobre todo de qué había trabajado. Yo juraría que no le envié el currículum. Él me pidió fotos porque me iba a hacer el currículum, me lo dijo por teléfono», manifestó Montes.
La mujer declaró ante el juez la extrañeza con la que recibió que el director general de Logirail la llamara por teléfono y le dijera que «tenía un currículum excepcional y que se estaba desaprovechando».
«Yo me quede con eso en la cabeza porque no me cuadraba», ha explicado la testigo. Entonces, el juez Puente le preguntó: «Usted no recuerda haber mandado el CV así que supone que es don Koldo quien lo elabora y lo presenta. Como le dijeron que tenía un CV extraordinario usted supuso que se habían falseado algunos datos». «Exacto», respondió Miss Asturias.
Koldo, «su jefe»
Montes también ha asegurado que cuando la contrataron avisó a Ábalos y que Koldo le decía que era «su jefe». En un momento del interrogatorio, la testigo rompió a llorar cuando recordó cómo el ex asesor del ministro le pedía «cosas obscenas».
Por otro lado, también ha explicado que en una ocasión ella transmitió sus dificultades económicas al ex ministro y entonces, como respuesta, Koldo le prestó 1.300 euros, que posteriormente devolvió.
A su vez, Claudia Montes ha manifestado que desempeñó labores de administrativo en la citada empresa pública dentro de un proyecto para abrir en Oviedo una tienda para trenes turísticos de lujo. Aseguró tener experiencia para el puesto ya que previamente tuvo una agencia de viajes.
En su último informe, la UCO describía a Montes como una persona del «círculo personal» del ex ministro. En octubre de 2019, Koldo García recibió este mensaje de Ábalos: «A la de Gijón no la pueden contratar en Renfe, Adif o alguna de sus subcontratas?». «Lo arreglo», fue la respuesta de su hombre de confianza.
Según consta en las actuaciones, ocho días después, Claudia Montes remitió sus datos al asesor del ex titular de Transportes. «¿No me acuerdo si me pidió en su día más cosas?», le dijo en un mensaje preocupada. Koldo le aclaró inmediatamente: «Con esto me vale».
Una versión «absurda»
Además, también ha testificado este miércoles en el Supremo Juan Ignacio Díaz Bidart, ex director de Gabinete de la ex ministra de Industria Reyes Maroto. Las acusaciones habían pedido su comparecencia para acreditar si, ciertamente, se produjo una reunión con los empresarios Claudio Rivas y Carmen Pano en el Ministerio de Industria con la finalidad de tratar la obtención de licencia de operador de hidrocarburos en favor de la empresa Villafuel.
Díaz Bidart ha confirmado la reunión pero con tanta imprecisión que ha enervado sobremanera al juez y al fiscal jefe Anticorrupción. En su memoria, tan sólo consta una reunión con «tres personas» -no recordaba siquiera quiénes- a petición de Koldo García para abordar un asunto de una «comercializadora», en vez de una «operadora».
El juez Puente, asombrado, le interpeló: «Pero vamos a ver una cosa. Yo suelo saber el objeto de las reuniones a las que acudo», dijo el instructor. Por su parte, el fiscal Alejandro Luzón le tuvo que recordar al jefe de Maroto que aunque «usted dice que la reunión era para tratar con una comercializadora. La comercializadora se constituye libremente, no necesita autorización ministerial. No entiendo el motivo de la reunión».
«Para comercializadoras, todavía es mas absurda la reunión. No entiendo que acepte usted la acepte», insistió con incredulidad Luzón. Díaz Bidart comparecía como testigo y, por lo tanto, con obligación de decir verdad.
