Publicado: mayo 14, 2025, 1:07 am

En el Partido Popular no hay miedo a abrir debates que siembren discordia en sus filas. «Si nos incomodarán no plantearíamos un congreso en estos términos, con ponencias», apuntan en Génova. Bajo esa filosofía, Alberto Núñez Feijóo no tardó ni 24 horas en confirmar la primera sospecha que tomó fuerza tras el anuncio del adelanto del cónclave: sí, el PP va a reformar sus estatutos y abordará un nuevo sistema de democracia interna. Entrará así en materia sensible, pues esta cuestión, crucial para el futuro del partido, genera una brecha entre los barones.
Según recoge la normativa vigente en la formación, los presidentes del PP se eligen por un sistema de doble vuelta. Primero votan los militantes y, con su elección, determinan qué dos candidatos aglutinan más apoyo y pasan a la siguiente ronda. Y, en ella, son los compromisarios -delegados elegidos entre la propia militancia- quienes tienen la última palabra. Esto, como manifestó ayer Feijóo, puede dar lugar a la paradoja de que el candidato preferido por la militancia no resulte finalmente elegido si los compromisarios respaldan mayoritariamente a su rival. Esto ocurrió en la carrera a la cúpula de Génova que enfrentó a Soraya Sáenz de Santamaría con Pablo Casado: ella fue la favorita de la militancia, pero él reunió más apoyos entre los compromisarios y se aupó como presidente del partido.
Esta «rareza» es la que lleva a Feijóo a la determinación de reformar el proceso de democracia interna del PP. «Creo que hay un nudo gordiano ahí que tenemos que resolver», apuntó ayer, para delegar en los ponentes de estatutos la responsabilidad de proponer «distintas opciones para resolver esa cierta contradicción». No se pronunció Feijóo sobre cuál es su apuesta para reformar el sistema, aunque su postura sí la hizo manifiesta en una entrevista en EL MUNDO cuando llegó a Génova: «Creo en las primarias a través de compromisarios, no en las primarias asamblearias. Los militantes eligen a los compromisarios y estos tienen la responsabilidad de elegir entre los candidatos».
Era así como funcionaba el sistema de elección interna del PP hasta 2017. Entonces, la aparición de nuevas formaciones –Ciudadanos– con métodos más democráticos de selección de los candidatos motivó que los populares actualizasen su método, implementando el sistema de doble vuelta. «Esto [el cambio] fue consecuencia de un momento político donde teníamos la presión de un partido nuevo y al final nosotros copiamos un modelo que no está en la propia cultura de nuestro partido y que tiene defectos claros», resumió ayer el presidente andaluz, Juanma Moreno, en los micrófonos de Onda Cero.
El barón popular se mostró «partidario» de revisar el sistema de democracia interna y expuso la misma tesis que Feijóo, cuestionando el «sentido» de que Casado fuera elegido presidente en contra el veredicto de la militancia. «Al final quien perdió legitimidad fueron las bases del partido», deslizó, pero, preguntado por si apostaba por un modelo en el que solo los militantes tuvieran voz, abrió la puerta a otras posibilidades. «Podría ser esa una opción, pero hay otras muchas. Hay que buscar un sistema justo, democrático, pero que no sea complejo y que no genere tensiones o divisiones internas innecesarias», defendió. Moreno es uno de los barones que reúne mayor apoyo entre los compromisarios.
Así, el andaluz avaló el plan de Feijóo de reformar el formato y deslizó que su apuesta pasa por estudiar otras opciones que no sean las primarias puras. Esta posibilidad es, sin embargo, la preferida de otros dirigentes como Isabel Díaz Ayuso, quien cuenta con un amplio respaldo entre la militancia. La baronesa ya hace tiempo defendió la fórmula de ‘un militante, un voto’ para dar toda la voz a las bases, aunque ayer evitó pronunciarse: «Lo que pase en el partido, se queda en el partido». El formato de primarias que se elija en este congreso será clave para, en el futuro, nombrar al sucesor de Feijóo. La decisión se tomará, inevitablemente, con la vista puesta en eso.