Publicado: mayo 1, 2025, 2:07 pm

Aguardó a última hora para cumplir con los deberes para el Día del Trabajo. Pedro Sánchez firmó su carta a la militancia, con motivo del Primero de mayo, el mismo 1 de mayo y, en buen apego a la actualidad, ya incorporó la reacción a la noticia de la tarde previa, con la ruptura de las negociaciones del PSOE y el PP sobre el paquete para hacer frente a la guerra arancelaria.
«Lamentablemente, el PP ya ha anunciado su voto en contra al Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial frente a la guerra arancelaria», presenta el líder del PSOE la parte más jugosa (informativamente) de su misiva, antes de lanzar un doble golpe a Alberto Núñez Feijóo, al que no cita en ningún momento: «Su rechazo demuestra dos cosas igualmente graves. Primero: su nulo compromiso con el país, con la protección de miles de empresas y millones de empleos. Segundo: el total sometimiento del PP al interés de determinadas grandes empresas, llegando a anteponer la voluntad de esas grandes empresas a la prosperidad de la economía española».
En este punto conviene aclarar que se está refiriendo, especialmente, a las eléctricas, ahora tan cruciales en el debate público, por la vía de las nucleares, pues la clave de la negociación sobre el paquete antiaranceles, desde la posición del PP, era prolongar la vida de las centrales nucleares. Ese mismo lunes, el responsable económico en Génova, Juan Bravo, se había ido a la central de Almaraz, donde le cogió el apagón. Ni el caos subsiguiente, que expertos vinculan a la hiperdependencia de las renovables en su equilibrio con la nuclear, algo que descarta el Gobierno, mueven a Sánchez de su plan. Insiste el presidente contra Feijóo: «Lo grave ya no es su falta de proyecto de país, sino su absoluta sumisión a intereses particulares de los de arriba frente al interés de la mayoría».
En su carta de cuatro páginas, como secretario general del PSOE, dedica la primera mitad larga a felicitar este día a los trabajadores y militantes, repasa la destacada historia del socialismo español vinculado al movimiento obrero, con la mejora de las condiciones de la clase obrera, y se centra, sobre todo, en destacar la labor de su ejecutivo en ese ámbito, aunque la gestión en esa parcela corresponda a Yolanda Díaz, del socio de gobierno y de otra tradición, la comunista.
«En estos años al frente del ejecutivo hemos ido desmantelando uno a uno los dogmas que condenaron a la precariedad y la pobreza laboral a millones de compatriotas en la década pasada. Hoy sabemos que los salarios podían crecer sin comprometer la competitividad de nuestras empresas. Que la temporalidad no era un mal inevitable», enumera el presidente, en dos cuestiones que se relacionan con el SMI o con la reforma laboral, las dos batallas predilectas de Sumar. Añade un subrayado Sánchez, este sí, más vinculado a sí mismo, como pruebas de su acción: «Que era posible tener pensiones dignas, garantizando a la vez la sostenibilidad del sistema». Cierra su lista de conquistas con la supuesta reducción de «la brecha salarial que sufren las mujeres», algo que pese a la proclama del presidente, cuestionarían todavía hoy la mayoría de las afectadas.
En su habitual línea de discurso, contra la ultraderecha, sea de Abascal o de Trump, Sánchez, que suelen incluir en ese mismo frente al PP, apunta a la necesidad de «redoblar la defensa de los trabajadores y trabajadoras en un contexto internacional adverso como el que vivimos». Directamente, señala a la administración estadounidense porque «ha abierto una guerra arancelaria, injusta e injustificada, abierta unilateralmente». El líder del PSOE defiende que España dará respuesta «siempre unida a toda Europa, con la mano tendida a la negociación».
De ahí enlaza con el ataque al PP, que es el centro de su carta, por su descuelgue de la aprobación del paquete de medidas de 14.100 millones previsto como respuesta «para proteger a los sectores más afectados» por la guerra arancelaria. No obstante, el descuelgue del partido mayoritario en el Congreso, Sánchez espera armar una mayoría que, en ese caso, pasa por atraer una vez más a Puigdemont. «En todas y cada una de las crisis que ha sufrido España en estos últimos años, nuestro querido país no ha contado ni una sola vez con el apoyo del principal partido de la oposición», carga Sánchez en su carta con un PP al que califica de «destructivo» y «carente de soluciones».
Feijóo anima a los obreros a pedir que el país «no se apague de golpe»
Para Alberto Núñez Feijóo, los trabajadores españoles aportan «como corresponde» y pagan «más impuestos que nunca», por lo que tienen derecho a exigir que los servicios funcionen y que su país «no se apague de golpe». En un vídeo difundido en sus redes sociales, el presidente del PP ha enumerado sus reivindicaciones para este Primero de mayo: «Que tu esfuerzo sirva, que tus impuestos se traten con más honestidad y eficacia, y que se puedan bajar». En resumen, su demanda en este Día del Trabajador es que España «vuelva a funcionar».