Publicado: abril 28, 2025, 2:07 am

El Gobierno pasa página y da por aplacada la polémica sobre la ausencia de Pedro Sánchez en el funeral del Papa Francisco el sábado en el Vaticano. En La Moncloa creen que la única reunión «real» que se produjo fue la de Donald Trump con Volodimir Zelenski y que España estaba «más que bien representada», con los Reyes a la cabeza. Por tanto, ven «cero» desgaste en la decisión de que el presidente del Gobierno no acudiera a la despedida de los restos mortales de Jorge Mario Bergoglio. «Problema ninguno», zanjan con contundencia en el equipo de Sánchez.
La imagen de Trump y Zelenski sentados juntos en un lugar apartado de la Basílica de San Pedro del Vaticano para poder hablar tranquilos fue la más llamativa del día, pero hubo más. Por ejemplo, el encuentro del presidente de EEUU con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, con la que cerró una reunión para un acercamiento. O el intercambio de Roberta Metsola con Giorgia Meloni. O el propio saludo de Felipe VI con el máximo dirigente estadounidense, que estaba sentado a sólo una silla de distancia durante las exequias.
Todas estas imágenes dispararon las dudas sobre la ausencia de Sánchez: ¿por qué no había acudido a esa suerte de minicumbre internacional de primer nivel, rodeado de dirigentes de máxima influencia, si es un escenario que se le suele dar bien? ¿Por qué desaprovechó la ocasión, por ejemplo, de dejarles caer a sus homólogos europeos la necesidad de avanzar hacia una solución «mancomunada» para garantizar la autonomía defensiva la de la Unión Europea?
«El presidente del Gobierno no fue porque consideramos que el país estaba más que bien representado con los Reyes. Conviene recordar que una de las principales misiones de la Monarquía en nuestro sistema es precisamente la representación en esta clase de foros», aseguran a este diario fuentes de La Moncloa, donde destacan que de ninguna manera se puede considerar como «insuficiente» una representación española que esté liderada por Don Felipe y Doña Letizia.
Además, añaden, «pensar que los líderes se van a poner a debatir cosas sustantivas en un aparte de un funeral es conocer poco como funcionan esas cosas». «La única reunión fue la de Trump con Zelenski. El resto fueron fotos de saludos fugaces, como es lógico», añade otro miembro del Gobierno. «Las negociaciones de verdad nunca son con cámaras», remata.
El presidente del Gobierno no explicó el motivo de su ausencia, pero la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aseguró que era imposible que acudiera: si va el jefe del Estado, afirmó, «no puede ir Pedro Sánchez». «Por tanto, es una cuestión de estricta raigambre diplomática, y es lo normal», añadió. Sin embargo, lo cierto es que en 2005, cuando murió Juan Pablo II, acudieron al funeral en el Vaticano tanto José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente del Gobierno, como el monarca Juan Carlos I.
El sábado acompañaron a los Reyes las vicepresidentas del Gobierno María Jesús Montero y Yolanda Díaz, así como el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, quien enmarcó el saludo entre Felipe VI y el presidente Trump en la normalidad: «Igual que ha habido saludos con otros mandatarios del mundo». Con ellos estuvieron también el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, invitado por el Ejecutivo, y la embajadora española ante la Santa Sede, Isabel Celáa.