Publicado: abril 16, 2025, 10:07 pm
El registro de llamadas que ha entregado en el juzgado de Catarroja que investiga la dana la ex consejera imputada Salomé Pradas ha vuelto a colocar a Carlos Mazón en una posición delicada. Hasta el punto de que el presidente de la Generalitat ha tenido que salir a desvincularse del envío de una alerta sobre cuyo retraso ha puesto el foco la magistrada Nuria Ruiz Tobarra.
Según el listado de llamadas que mantuvo Pradas el 29 de octubre, la primera vez que pudo contactar con el presidente fue a las 17.37 horas, cuando él abandonó El Ventorro. «Si el CECOPI empieza a las cinco, me parece lógico y normal que comencemos a tener algo de información del CECOPI a las cinco y media», ha justificado Mazón a preguntas de los medios en Algemesí. El presidente, además, ha negado que estuviera ilocalizable para Pradas: «Hablé con Salomé durante todo el día», dijo, algo que no corrobora el registro de la ex consejera. Según la Generalitat, porque hablaron presencialmente «antes, durante y después» del pleno del Consell que se celebró a las 9 horas.
A lo largo de esa tarde, con la reunión del CECOPI en marcha, ambos volvieron a establecer contacto, no siempre con éxito. Pero sí que hablaron durante un minuto a las 20.10 horas, es decir, justo un minuto antes del envío del ES-Alert a los móviles de la población.
El acta notarial que ha entregado Pradas revela que fue Mazón quien la llamó a esa hora, lo que ha dado pie al a izquierda para insinuar que fue el presidente de la Generalitat el que dio la orden para lanzar el ES-Alert. Y ello porque, según el listado de llamadas que hizo público en su día Mazón, el último contacto con Pradas fue a las 19.43 horas.
El presidente ha tenido que reconocer ahora que también habló con la ex consejera a las 20.10, precisamente porque no se había incorporado todavía al CECOPI (lo haría a las 20.28 horas). Ahora bien, fuentes de Presidencia de la Generalitat subrayan que «a las 20.10 los responsables técnicos del envío ya habían lanzado el mensaje».
Según estas fuentes, «el envío del sistema ES-Alert no se articuló ni muchísimo menos en un minuto», con lo que sería imposible que Mazón hubiera estado implicado en su elaboración. El presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, sin embargo, declaró en el programa Salvados que en las conversaciones telefónicas que mantuvo aquella tarde con Mazón hablaron del ES-Alert. Aquello fue, según Mompó, poco antes de las 19 horas, si bien desde la Diputación se matiza ahora que fue más tarde.
La Generalitat, sin embargo, incide en lo dicho por la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, en su declaración como testigo ante la jueza: «Los técnicos estuvieron más de media hora enfrascados en el procedimiento técnico para su envío». Es decir, «con el texto ya decidido y la orden dada, se retiraron a otra sala ellos solos a enviarlo», apunta la Generalitat en referencia a los técnicos.
Según la Generalitat, la propia Salomé Pradas acudió a la sala donde estaban los técnicos para pedirles que aceleraran el proceso tras su conversación con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, sobre la inminente rotura de la presa de Forata.
«A las 20.10, por tanto, habían pasado más de 10 minutos desde que la propia Pradas había pedido expresamente que el mensaje se lanzara con absoluta urgencia, y más de media hora desde que los técnicos estaban preparando el envío del mensaje que había acordado el plenario del CECOPI», según la Generalitat.
«Qué casualidad», ha resumido la líder del PSPV-PSOE, Diana Morant, dejando claro que hay «absolutamente» una relación entre la llamada de Mazón y el envío de la alerta. «Da mucho que pensar», deslizó en la misma línea el portavoz de Compromís, Joan Baldoví.
