Publicado: abril 16, 2025, 2:07 am

Comparecía ayer la ministra portavoz flanqueada por el ministro Hereu,-el propio ministro Hereu, dijo ella- y por Bustinduy -el propio ministro Bustinduy-, en su habitual rueda de prensa de los martes posterior al Consejo de Ministros (de ministros y ministras, dijo). Es su párvulo vocabulario, pero me hizo recordar con añoranza los tiempos en que yo hablaba de las reuniones del Gobierno en tiempos de Zapatero y escribía «el Consejo de Ministros y Ministras», aunque yo lo hacía como broma. Está visto que no se pueden dar ideas. Pero cuando se refirió al «propio ministro Bolaños» empecé a sospechar que a ella ‘propio’ debe de parecerle una dignidad del cargo. El propio ministro, el propio presidente o la propia delegada del Gobierno, que era ella en la noche de autos.
La noche de autos es la noche de los somieres rotos, si bien hay que hacer la salvedad de que Paradores ha desmentido que hubiese nada de extraordinario aquella noche. Vayamos por partes: uno no considera que esta versión sea la verdad canónica de los hechos, baste considerar que el actual secretario general de Paradores era aquella noche el jefe de Gabinete del ministro José Luis Ábalos, presunto organizador de aquella juerga. Tenía razón la ministra de Educación y portavoz Pilar Alegría al decir que no hubo ninguna denuncia, ¿cómo iba a haberla?.
Ella pasó de negarse a responder sobre los hechos a admitir que pernoctó en el parador de Teruel y dar todo tipo de detalles sobre su pago de la habitación que había ocupado y a dolerse de todos los insultos, vejaciones, injurias que ella había tenido que padecer, por ser mujer, naturalmente. Veamos: no llegan a media docena los tarados que han sugerido en redes, amparados por el anonimato, que Pilar Alegría se habría unido como gruppie al volquete de putas que el entonces ministro Ábalos se llevó, presuntamente, al parador turolense. Nadie medianamente racional sospecha semejante cosa. De lo que se trata, señora Alegría, es de saber si usted tuvo conocimiento de la movida. No es de esperar que diga la verdad, pero no importa demasiado, porque al final se acabará sabiendo. Los trabajadores que estaban aquella noche en el lugar de autos lo acabarán contando y al final todo se sabe. Recuerde usted la convicción con que todos los suyos acusaron a Víctor de Aldama de mentir. Usted misma dijo: «Este señor no tiene ninguna credibilidad». Caso a caso se ha demostrado que decía la verdad en todo.
Uno tampoco reprocharía a José Luis Ábalos su desmedida afición al amor venal y a privatizarse mujeres públicas. Lo que se le reprocha y espera que el reproche sea penal, es que sufrague sus coitos por derrama, pasando el coste a todos los ciudadanos españoles.
Una Pilar Alegría compungida se constituyó ayer en sinécdoque, en representante y adalid de todas las mujeres ante el «machismo atronador», sigo usando sus palabras, aunque en lo tocante a insultos, injurias y aun calumnias a mujeres, habría que recordar que a ella le preguntaron por el «asesina» que gentes de su partido dedicaron a la presidenta de la Comunidad de Madrid y a ella debió de parecerle divertido porque se rio. Queridas y queridos, nos esperan días de mucho regocijo. Pero es porque hemos desarrollado el mecanismo de la hiena. En realidad van a ser muy tristes para España.