Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Duelos a sangre en la España 'apamplá'

Publicado: marzo 19, 2025, 11:07 am

La sesión de control tiene duelos institucionales, enfrentamientos más o menos consabidos entre figuras que terminan formando una pareja conradiana a lo largo de la legislatura, siempre leales a su propia animadversión. Es el caso de la pregunta del líder de la oposición al presidente del Gobierno, pero también del choque estandarizado entre Cuca Gamarra y María Jesús Montero. Subiendo un par de tonos tenemos el pugilato de Miguel Tellado contra el espectro de Marlaska, o los zarpazos de Ester Muñoz en el rouge labial de Yolanda Díaz. Y no digo que falten entre todos ellos los ataques afilados, las sabrosas descalificaciones, los denuestos notorios; pero uno no diría que les va la vida en el combate. No se detestan de corazón.

Y luego están los duelos que podríamos calificar para adultos. En estos los contendientes parecen poner en juego algo personal. Se advierte en ellos un ánimo canibalesco, una violencia soterrada que sazona nuestro decaído parlamentarismo con la especialidad de la casa: el cainismo ibérico, el resentimiento atávico. A esta excitante categoría pertenece la inquina de Félix Bolaños contra Cayetana Álvarez de Toledo, los fandangos endémicos de Elías Bendodo y María Jesús Montero y los ganchos oblicuos de Gabriel Rufián al mentón de Míriam Nogueras. Vayamos por partes.

Feijóo optó por el dron quirúrgico y dirigido, siempre más eficaz que la bomba de racimo. ¿Estaba Pedro al tanto de las presiones de don López a Vivendi para controlar lo que sea que quede sin controlar de El País? Pregunta retórica, naturalmente, es como preguntarle a Laporta si le suena el apellido Negreira, pero le permitió a Feijóo tirar de retranca y enviar un aviso a navegantes futuros: «El presidente de ese periódico lo compara con Franco, y no se puede negar que ese periódico le conoce bien. No juegue con Telefónica: no está para controlar a los medios». Sánchez respondió que trae dos manzanas: Ayuso y Mazón. A quien sí contestó luego fue a Abascal, que le había acusado de querer islamizar España (que por cierto ya fue islamizada, y con bastante provecho si atendemos a la efervescencia cultural del califato omeya). El presidente, que obviamente no sabe quién fue Averroes, se batió contra la tecnoligarquía ultraderechista internacional, o algo por el estilo.

Pero el duelo más tenso de la mañana se produjo entre catalanes, lo que corrobora (por si hiciera falta) su evidente españolidad. Sucedió cuando Rufián aprovechó su pregunta en castellano a Pedro acerca del desastre cotidiano de Rodalies para de pronto cambiar al catalán, estirar el dedo y arremeter contra Junts acusándoles de colocar a sus amigos y repartirse los beneficios. ¿Cómo? ¿Corrupción en la derecha nacionalista catalana? Nos dejas de piedra, Gabriel. Pero ahí no quedó la cosa. Al terminar su intervención el portavoz de Esquerra se levantó y se dirigió a la salida por el pasillo que limita con el escaño de Nogueras. Se desencadenó una escena de western: Gaby Cooper subió despacio los escalones, la vista fija en su enemiga, repartidora mayor de menas del reino, dominátrix de fusta en las nalgas de la CoPro (Coalición Progresista). Al llegar a la altura de la portavoz de Junts, la cabeza de Rufián pasó tan cerca que se oyó el silbido del viento o de una melodía de Morricone, pero ninguno bajó la cabeza y ninguno cruzó la mirada. Puro cine. Segundos después Nogueras resopló mirando al techo y Rufián llamó rata a otro de Junts en X. Pedro evitó interponerse, que bastante tiene con pagarles a ambos el alquiler un mes más con otro pedazo de nuestro Estado.

El hemiciclo lo pastoreaba Celis en sustitución de doña Francina, que debía de estar ocupada recibiendo alguna orden de un becario de Ferraz. Y lo cierto es que Celis sí se hace respetar: cuando tuvo que ordenar silencio lo hizo y el gallinero enmudeció. La bancada azul lucía atestada de ministros esta vez, que el jefe pasa lista, pero faltaba otra vez Óscar Puente, el único ministro que llamó puto amo al puto amo pero quizá el único también que no le tiene miedo.

Doña Montero se atragantó con la pregunta de Bendodo. No se quedó «apamplá«, según confesó a Évole cuando se enteró del putiferio del compañero José Luis. Se atragantó literalmente: no pudo continuar hablando -y eso es grave en su caso- hasta que se sentó para beber agua. Luego ya se levantó otra vez y pudo seguir montando el numerito del sofoco ante la exactitud de la fórmula con la que don Elías acertó a definir el chiscón de Cándido o Tribunal Constitucional: un «túnel de lavado» del PSOE. Pero ya se sabe que un buen socialista no se escandaliza ante la evidencia de la corrupción sino ante el aguafiestas que le pone nombre.

El otro momento de tensión lo provocó Bolaños, a quien aguarda una incómoda cita con el juez Peinado el miércoles santo. Si uno no tiene nada que temer ni del caso Begoña ni de los mensajes que Whatsapp y Google puedan recuperar del móvil del fiscal general, la reacción más sabia cuando te preguntan por ello es pregonar tu serena voluntad de colaborar con la Justicia. En cambio don Félix optó por la venenosa insinuación de que quizá Cayetana Álvarez de Toledo -una de las dos o tres señorías de ese Congreso ágrafo que está perdiendo dinero por meterse en política- tiene alguna cuenta en el extranjero. A ver si la rehala digital de Pedro se anima a inventar un par de titulares capciosos que distraigan a la hinchada de la parálisis parlamentaria de un Gobierno que no aprueba presupuestos pero usa a niños extranjeros como arma política.

¿Y España? Pues apamplá.

Related Articles