Publicado: marzo 12, 2025, 5:07 am

El Gobierno sigue trabajando en diferentes vías para poder aumentar el gasto nacional militar, y algunas incluyen efectivamente una mayor inversión pero otras, no. Y entre estas últimas están la posibilidad de mover partidas de un Ministerio a otro, como podrían ser, por ejemplo, gastos ligados a la Guardia Civil que ahora mismo se computan en Interior; o la redefinición de lo que se incluye en el concepto Defensa, que es en lo que ayer insistió el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, durante la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE que tuvo lugar en Bruselas. En ambos casos se produciría un repunte, automático y sensible, en la cifra de Producto Interior Bruto (PIB) que se destina al ámbito militar sólo mediante una suerte de ingeniería contable.
«España está abogando, empujando por tener un concepto amplio en materia de seguridad que incluya elementos como la ciberseguridad, que son esenciales hoy día», explicó Cuerpo ayer tras la reunión, en la que España ya consiguió un sustancial avance. Porque el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, también apuntó que Bruselas va a utilizar la definición internacional COFOG, que es «amplia» y está «relativamente cerca de la definición de la OTAN». «No necesitamos discutir nuevas metodologías, sino que podemos utilizar lo que ya existe», añadió.
Esto es, que ya hay un acuerdo para utilizar una definición amplia del concepto, que es justo lo que quería el Gobierno de España, y que el Ejecutivo va a seguir presionando para que le resulte todavía más favorable. Porque esa redefinición del gasto en Defensa daría al Ejecutivo oxígeno y aflojaría la soga que le aprieta respecto a las inversiones a realizar. Computar otras partidas como la mencionada de ciberseguridad, defensa de las fronteras, incluso materias relacionadas con el I+D+i, la inteligencia artificial o la cooperación permitirían presentar una inversión notablemente mayor que la actual y una escalada en su dato de inversión, que lo podría, incluso, acercar un poco al objetivo del 2% del PIB. De ahí que en La Moncloa impere la prudencia sobre cómo van a articular el aumento del gasto en «seguridad y defensa». Fuentes gubernamentales explican que primero se trata de saber cuánto se ha gastado y cuáles son los deberes y, entonces sí trazar el camino. «No hay una respuesta clara. El contexto requiere de prudencia».
Por ejemplo, la implementación del Plan Nacional de Ciberseguridad asciende a un importe total de más de 1.000 millones de euros. El despliegue de la Estrategia de Inteligencia Artificial se iba a desplegar en 2024 y 2025 y tenía previstos recursos por valor de 1.500 millones de euros, adicionales a los 600 millones ya movilizados, procedentes fundamentalmente del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y de la adenda a dicho Plan. Y de los Fondos Europeos para Seguridad Interior, a España le corresponden casi 900 millones. Partidas que España aspira a incluir en el cómputo del gasto en Defensa.
Porque a la batalla de ampliar el concepto a «seguridad y defensa», el Gobierno suma la de seguir insistiendo en Bruselas para que haya transferencias a fondo perdido de la Comisión a los países, como sucedió con la Covid-19. Quieren saber sus cuentas y cómo se articularán las ayudas. Entonces tendrán el camino más claro. Si el desembolso es importante, como sucede a día de hoy, se hace casi imposible evitar pasar por el Congreso para aprobar cantidades importantes. «Si hay que ir, iremos. ¿Para qué? Aún es pronto, no lo sabemos, estamos en un terreno de incertidumbre», explican fuentes del Gobierno.
Llevar al Congreso un decreto u otra iniciativa, un escenario que está sobre la mesa como informó este diario, permitiría aprobar de una vez partidas cuantiosas. Pero entraña un riesgo importante: la mayoría de socios de gobernabilidad de Sánchez, incluidos los partidos que integran Sumar, han dejado claro su rechazo a aumentar el gasto en Defensa. Por lo tanto, si no se contara con su apoyo, La Moncloa tendría que mirar al PP, de quien dicen en el Gobierno comparten posición respecto a Ucrania y la seguridad en Europa. Pero de ahí a sellar un pacto habría que trabajar y negociar.
Otra vía que tiene el Gobierno para seguir aumentando de manera progresiva el gasto en Defensa sin pasar por el control o la censura parlamentarios es aprobando partidas en el Consejo de Ministros -acuerdos y créditos para gastos, contratos, compras, etc.- que no precisan de autorización del Congreso. Desde que Trump ganó las elecciones en EEUU, esto es, desde noviembre de 2024, el Consejo de Ministros ha aprobado acuerdos que suponen partidas de inversión en gasto militar por un montante superior a los 2.400 millones de euros. Es una vía que en el Ejecutivo confirman que van a seguir empleando. Ocurre que no permite gastos desproporcionados.