Publicado: febrero 21, 2025, 1:07 am
Los gritos reclamando la dimisión de Carlos Mazón volvieron a escucharse ayer fuera y dentro de las Cortes Valencianas. Si decenas de personas se concentraron a la entrada para protestar contra la gestión del presidente valenciano por la dana, en el hemiciclo se votó directamente si Mazón debe dimitir. Sólo el voto en contra de Vox permitió al dirigente del PP salir vivo de una votación que acabó en trifulca y entre protestas del PSOE y de Compromís.
El ex socio del PP dio ayer un respiro a Mazón, al que sigue sosteniendo a la espera de una negociación clave como son los presupuestos de la Generalitat para 2025, cuya presentación ha vuelto a retrasarse hasta la próxima semana. En pleno pulso de Santiago Abascal a Alberto Núñez Feijóo, los de Vox en la Comunidad Valenciana siguen sin desvelar si apoyarán unas cuentas sin las que difícilmente podrá sostenerse presupuestariamente la reconstrucción millonaria de Valencia.
El PP lo sabe y, por eso, trata de obviar el castigo al que por ejemplo somete Vox al fichaje estrella de Mazón. El vicepresidente segundo para la Reconstrucción, Francisco José Gan Pampols, ha visto esta semana cómo Vox tumbaba junto a la izquierda su primer decreto sobre la dana.
Aun así, Mazón volvió ayer a tender la mano a Vox en la sesión de control en las Cortes, consciente de que la legislatura se la juega en la partida presupuestaria (al menos, hasta ver cómo avanza la investigación judicial por la dana). «Realmente cuento con su colaboración. La única que nos queda es la suya», admitió Mazón al portavoz de Vox, José María Llanos, que dijo estar «preocupado» por cómo avanza la recuperación. O, lo que es lo mismo, por el trabajo del que considera un «infiltrado» de Pedro Sánchez, Gan Pampols.
A Mazón, que ayer no se apartó ni un milímetro del relato que culpa al Gobierno de las consecuencias catastróficas de la dana, lo calificaron ayer de «yonqui de la mentira» (PSOE) y «presidente patético» (Compromís).
