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Morcillo, de líder de Herri Batasuna a enseñar euskera a los nuevos 'ertzainas'

Publicado: febrero 18, 2025, 3:07 am

El tiempo pone todo en su lugar aunque, a veces, le da la vuelta a la historia. El 17 de octubre de 1995 tres dirigentes de Herri Batasuna lideraron una concentración con la que pretendían amedrentar a media docena de ciudadanos de Llodio (Álava) que secundaban una movilización pacifista. Los valientes, casi temerarios, vecinos colocados tras la pancarta de Gesto por la Paz tenían enfrente a Antton Morcillo, Juan Carlos Martín y Ana Picaza, los tres cargos institucionales de la izquierda abertzale. Morcillo desoyó la petición del mando de la Ertzaintza que le pidió que se identificara al participar en una protesta ilegal. El entonces concejal en la ciudad de Vitoria se revolvió contra los agentes y fue detenido.

El mismo Antton Morcillo, protagonista de varios incidentes similares contra quienes calificaba de zipaios (término empleado por los miembros de ETA para señalar a los agentes de la Ertzaintza que participaban en la lucha contra la banda terrorista), da clases de euskera a los nuevos ertzainas desde el pasado mes de octubre en la Academia de la Policía Vasca. Aunque, eso sí, sus jóvenes alumnos desconocen su siniestro pasado político.

Antton Morcillo (Hernani, 1965) formó parte de la dirección de Herri Batasuna entre 1985 y 1988, siendo concejal y portavoz de HB en el Ayuntamiento de Vitoria y parlamentario vasco. Durante su actividad política, Morcillo se vio envuelto en incidentes con la Ertzaintza en varias ocasiones y en 2008 fue acusado, junto con la también ex parlamentaria abertzale Raquel Peña, de instigar la agresión a un grupo de jóvenes hinchas de la Selección Española en Vitoria tras un partido de la misma. Uno de ellos acabó en el hospital. Peña y Morcillo negaron la mayor y denunciaron al jefe de la Policía Local por «falsedad con dolo, prevaricación y vulneración del derecho a la intimidad» por haber filtrado a la prensa las diligencias.

Este ex dirigente de la izquierda abertzale compartió protagonismo y grupo parlamentario entre 2001 y 2004 con el histórico dirigente de ETA José Antonio Urrutikoetxea, ‘Josu Ternera’ y con Arnaldo Otegi. También llegó a ser uno de los portavoces habituales de la dirección encabezada por este último. Junto a ellos, además, se vería envuelto en la ilegalización de Batasuna y en el intento del Tribunal Supremo para que esta formación se disolviese.

Según ha podido confirmar este diario, Morcillo da clases de euskera a policías vascos desde octubre de 2024. Está contratado por el IKA, una red de euskaltegis -centros de enseñanza de la lengua vasca- en Álava y en Navarra. En la Academia de Arkaute está dando clases, principalmente, a un perfil de policías muy concreto: aquellos que ya están operativos pero se liberan durante unos meses de sus obligaciones para estudiar euskera. Como instructor les forma en el nivel B2.

Al ser un ex militante de la vieja guardia abertzale, ya con 59 años y el pelo bañado por canas, muchos jóvenes aspirantes a policía no conocían el currículum de su profesor. «Les comenté a mis padres el nombre de Morcillo y se quedaron atónitos. Me preguntaron si se llamaba Antton y les dije que sí. Ahí fue cuando me contaron su historia… No daba crédito», cuenta a este diario uno de los jóvenes policías en formación.

La sorpresa, primero, y la indignación, después, se ha extendido entre los futuros ertzainas. «Es inmoral e irracional que alguien que fue parlamentario del brazo político de ETA cuando, entre otros, se asesinaba a ertzainas esté dando clase a los mismos en la academia de Policía Vasca», cuenta otro opositor, ya en activo, que va más allá: «Es insultante que se le permita el simple acceso a la academia donde se formaron los agentes asesinados bajo su mandato».

Al igual que éste, ninguna de las voces que han hablado con este diario optan por dar su nombre por miedo a represalias. «No todo se olvida… porque todavía hay mucha, muchísima gente llorando a sus muertos y merecen respeto. Y que alguien que celebraba estos asesinatos esté dando clase a la policía que tanto odiaba y mancillaba es una aberración», cuenta otro compañero, que comparte «indignación y rabia». Y un tercero añade: «En su organización no se cuestionaba jamás los asesinatos por parte de ETA de los hoy sus alumnos. Se alentaban, vitoreaban, ensalzaban, tratando a los asesinos como gudaris (guerreros)… ¿Qué clase de justicia permite esto? Es tremendamente duro e injusto».

En enero de 2004, Morcillo dimitió por razones personales como parlamentario vasco. Se le perdió la pista, siendo la última vez que se hizo público su nombre allá por 2016. Entonces, la Audiencia Nacional, en contra del criterio de la Fiscalía, concedió la suspensión condicional de la condena a los seis que no tenían extinguida la pena por pertenencia o colaboración con ETA por el caso de las herriko tabernas, utilizadas para financiar a ETA.

Asimismo, la hermana de Morcillo, la etarra Gracia, terminó siendo absuelta en 2009 por la Audiencia Nacional del delito de cómplice de asesinato del que la acusaba la Fiscalía por alojar en una vivienda de Andoain (Guipúzcoa) a los miembros del comando Donosti que participaron en el asesinato del dirigente socialista Fernando Múgica en 1996. Uno de los integrantes de este comando, Valentín Lasarte, aseguró tras ser detenido que se habían escondido en casa de Morcillo. Más tarde se retractó, alegando que lo había dicho «para tapar a colaboradores que no estaban fichados». Para entonces, la hermana de Morcillo ya había huido. Terminó siendo detenida el 25 de enero de 2006 en Saintes (Francia) y condenada por un tribunal francés a cuatro años de prisión. El 27 de noviembre de 2008 fue extraditada a España, donde estaba reclamada por la Audiencia Nacional. La Fiscalía pidió 23 años de cárcel como presunta cómplice, aunque finalmente fue puesta en libertad.

Asimismo, otros compañeros también volvieron al foco mediático este viernes después de que el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge procesara a los ex jefes de la organización terrorista ETA Ignacio Gracia Arregui, ‘Iñaki de Rentería’, Mikel Albisu, ‘Mikel Antza’; Julián Achurra Egurola, ‘Pototo’; José Javier Arizcuren Ruiz, ‘Kantauri’, y Juan Luis Aguirre Lete, ‘Insuntza’, por planificar el asesinato el 23 de enero de 1995 en San Sebastián del concejal del Partido PopularGregorio Ordóñez. Del sumario se desprende que la decisión de cometer el atentado se tomó en el Comité Ejecutivo de la banda criminal.

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