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El grupo de élite de la Policía Nacional que da 'caza' a los peores fugitivos: un madrileño de 32 años, en el 'top ten' de «los más buscados»

Publicado: febrero 16, 2025, 9:07 pm

«Si esta a tu alcance cogelo sino lucha por consiguelo» [sic]. Con una gran incoherencia léxica y varias faltas de ortografía, un usuario de X (antiguo Twitter) muestra su carta de presentación. Se unió a esta red social hace nueve años, apenas ha reunido una docena de seguidores y sólo registra un post en su perfil, referente a un sorteo de diversos artículos de gaming, entre los que se encuentra un ratón y un teclado de ordenador. Nada fuera de lo común ante el mare magnum de usuarios que conforman la red social del magnate Elon Musk, a priori.

Este portfolio tuitero pertenece a Álvaro Pasquín Mora, un joven madrileño de 32 años incluido en la lista de los diez más buscados por la Policía Nacional. Es, junto a un ciudadano de origen polaco reclamado por tráfico de drogas -aunque ya ha sido cazado por los agentes-, el prófugo más joven del listado. El top ten de los delincuentes más perseguidos lo componen sujetos de todo tipo, ubicados bajo la lupa policial por diferentes tipologías delictivas: desde narcotraficantes y pederastas hasta asesinos. La Sección de Localización de Fugitivos de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado Central de la Policía Nacional (Udyco) se encarga de situarlos en el radar.

A Pasquín Mora, natural de Madrid, se le busca por un delito de agresión sexual agravada y otro de amenazas. Según ha podido conocer GRAN MADRID a través de fuentes policiales de máxima solvencia, el treintañero agredió sexualmente a una joven, hechos por los que se le intenta echar el lazo desde 2020. Se le caracteriza por su complexión delgada, además de su 1,70 metros de altura, pelo moreno y ojos negros.

Aunque estos atributos físicos no son lo más llamativo de su persona. Tiene distintos tatuajes. Uno de ellos, situado en el pecho con la frase «la suerte está echada». Otro, ubicado en el interior de una de sus muñecas con el símbolo de una palanca de cambio de marchas de un vehículo; en ambos costados, el signo del zodiaco Piscis, y el último, en el antebrazo derecho con la palabra «salvador».

La escasa huella digital que se puede rastrear del prófugo deja entrever que estudió en el colegio Fray Luis de León de Madrid, un centro de estudios católico situado en Ventura Rodríguez. No hay datos sobre formación posterior o empleo conocido. En determinadas imágenes de sus redes sociales aparece fumando, lo que podría vincularle al consumo de sustancias estupefacientes. Asimismo, tal y como se desprende de la documentación mercantil consultada por este diario, existe una empresa de loterías, con sede en Madrid, a nombre del fugitivo. La sociedad fue fundada hace diez años y consta únicamente de un administrador. De 2015 en adelante no se registran movimientos mercantiles ni nombramientos al respecto.

Las líneas de investigación para estrechar el cerco y arrestar al fugitivo continúan abiertas. Y de ello se encarga una veintena de los mejores sabuesos del Cuerpo Nacional. La Udyco, ubicada en el macrocomplejo policial de Canillas, consta de dos grupos. En primer lugar, se encuentra el Grupo I, que se encarga de los fugitivos internacionales reclamados por países europeos, como Alemania, Francia o Países Bajos, con los que hay una gran cooperación. Por otro lado, D., inspector al mando del Grupo II, lidera la búsqueda de los fugitivos de España y América Latina.

Un cartel compuesto de diez rostros varoniles preside la sala donde trabajan estos agentes judiciales. Bajo el lema «quien te quiere, te busca», los funcionarios colocan el letrero de «detenido» o «se busca» a sus objetivos. Algunos incluso aparecen calificados, en rojo carmesí, de «peligroso» o «muy peligroso» según el criterio del Cuerpo. Hace 20 años que echó a andar la pesadilla de los fugitivos cuando apenas eran cinco funcionarios y España se convirtió en un destino turístico y, debido a su posición geoestratégica, empezó a jugar un rol importante en el tráfico de drogas. Actualmente, la sección la componen policías con experiencia, por citar algún caso, en los grupos que luchan contra la trata de seres humanos.

Aquellos incluidos en la lista de los diez más buscados por la Policía son individuos reclamados por los delitos más castigados en el Código Penal, tales como el asesinato, el homicidio o la agresión sexual a menores, entre otros. «Hay que diferenciar entre un fugitivo y un reclamado. El fugitivo es aquel que se está escondiendo y nos pone dificultades para localizarle», señala el inspector D. Una cantidad notable de los fugitivos que busca el Grupo II, los españoles y los latinoamericanos, terminan cayendo en Madrid. Teniendo en cuenta los lazos fraternales que unen España con los países de América Latina, como pueden ser la lengua, la Historia y la presencia de sus ciudadanos en la capital, es factible que un compatriota les de cobijo y les oculte en su huida.

Lo cierto es que también se entiende por «fugitivo» aquel preso que haya escapado de una prisión. De película son algunas de las huidas protagonizadas por los reos de las cárceles españolas, como fue la del alunicero El Piojo del centro penitenciario de Valdemoro hace cinco años, quien se sospecha que fue ayudado desde dentro. También saltó al ojo mediático la fuga navideña de El Pastilla, acusado de un delito de asesinato, de la prisión de Alcalá-Meco en diciembre de 2023. «Estos casos suelen ser excepcionales, muy poco comunes, que utilizan sus propios medios para salir. Normalmente, lo que nos solemos encontrar son aquellos casos de ‘no reingreso’, los que salen de permiso y no vuelven», subrayan fuentes policiales.

La Sección de Localización de Fugitivos goza de grandes estadísticas, dado que el pasado año cerraron 460 casos. El pasado mes de octubre detuvieron en Móstoles a uno de los más buscados de su lista: Gregorio Navas. El alunicero trató de atropellar a dos guardias civiles mientras estaba de permiso penitenciario. O echando una vista no muy lejana, hace dos semanas se detuvo en Coslada a Francisco Javier U. P., entrenador de fútbol del citado municipio tras una reclamación de la Audiencia Provincial de Madrid por agresión sexual a menores. El sujeto fue detenido antes de comenzar un partido, lo que produjo un enorme asombro de los allí presentes. El club indicó, a través de un comunicado, que contaba con un certificado que acredita que «el entrenador carece de antecedentes de naturaleza sexual».

El grupo de Policía Judicial destaca la cooperación con la Red Nacional de Localización de Fugitivos y las distintas comisarías que componen la geografía nacional para capturar a estos sujetos, sin olvidar la colaboración ciudadana, una herramienta fundamental para los uniformados. Además, la Policía dispone de una dirección de correo electrónico al que se puede enviar cualquier tipo de pista para capturar a los delincuentes más escurridizos: losmasbuscados@policia.es.

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