Los científicos de la NASA han sido sorprendidos por el descubrimiento que ha tenido lugar cuando el rover Curiosity, de 899 kilogramos de peso, ha pasado por encima de una roca en el canal de Gediz Vallis, una antigua vía fluvial marciana. Al romperse la roca, ha revelado un tesoro amarillo: azufre en su estado puro, algo nunca antes observado en Marte.