Max Verstappen se coronó en Las Vegas tetracampeón mundial de Fórmula 1, entrando en un selecto club que solo comparte con otros cinco pilotos en toda la historia. El legendario logro se suma a la retahíla de triunfos conseguidos por el neerlandés, que le han convertido en uno de los hombres más laureados en el automovilismo, con una carrera deportiva envidiable desde sus inicios.
Un niño prodigio
Hijo del también piloto Jos Verstappen, Max entrenó desde niño para llegar a lo más alto. Nunca se ha ocultado la dureza de su padre, que llegó incluso a golpearle en el casco y a abandonarle en una gasolinera por no ganar un campeonato de karting. Aun así, en 2013 se coronó campeón del mundo, y dio el salto a los monoplazas al año siguiente.
Mercedes y Red Bull pelearon por él, aunque la escudería de la bebida energética se hizo con sus servicios tras prometerle un asiento en Toro Rosso para 2015, y con 17 años, 5 meses y 15 días se convirtió en el piloto más joven de la historia en debutar en Fórmula 1, un récord que mantiene a día de hoy.
Le arrebató el asiento titular de Red Bull a Daniil Kvyat en 2016, y logró su primera victoria en el GP de España 2016, el primero con un monoplaza competitivo. Rápidamente se hizo con el liderato del equipo tras superar a Daniel Ricciardo, y todo el paddock vaticinaba un futuro lleno de éxitos para el neerlandés.
Dominio absoluto en su mejor momento
Tras un controvertido final, Max Verstappen derrotó a Lewis Hamilton en 2021 y logró su primer Mundial. El nuevo reglamento favoreció a Red Bull, y ‘Super Max’ arrasó en los dos campeonatos siguientes, batiendo en 2023 innumerables récords gracias a su superioridad aplastante, ganando 19 de las 22 carreras que se disputaron durante la temporada.
Todo apuntaba a que el dominio continuaría en 2024, pues los primeros grandes premios fueron un monopolio de Red Bull, pero llegado el GP de Miami, las mejoras introducidas por McLaren y la posterior salida de Adrian Newey igualaron los ritmos.
La inconsistente velocidad del RB20 y la incapacidad de Checo Pérez de apoyar la candidatura de Verstappen han relegado a la escudería de la bebida energética a la tercera posición en el campeonato de constructores.
En caso de que así finalizase el campeonato, el neerlandés se convertiría en el tercer piloto de la historia de la Fórmula 1 en ganar el Mundial con un monoplaza que no se encuentra entre los dos mejores de la parrilla (tomando el título de constructores como referencia).
Compartiría el honor con Keke Rosberg (quien se proclamó campeón después del accidente mortal de Gilles Villeneuve y el gravísimo accidente de Didier Pironi en Hockenheim) y su suegro, Nelson Piquet.
Con su cuarto Mundial bajo el brazo, Max Verstappen ya es uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1. A sus 27 años, el nuevo emperador del ‘Gran Circo’ tiene aún mucho que decir en el automovilismo, y a pesar de haber declarado que no planea quedarse mucho más tiempo, se trata de la misma cantinela que muchos han repetido en el pasado. Entre ellos, Fernando Alonso, que sigue corriendo con 43 años.
Tres títulos de pilotos, 29 victorias, 28 poles y 44 podios separan a Verstappen de Michael Schumacher, para muchos el mejor piloto de todos los tiempos. Si el equipo Red Bull no se desmorona y Max no pierde ritmo, quizá en otra escudería en un futuro no muy lejano, el palmarés del neerlandés puede seguir creciendo descontroladamente, dando caza a los más grandes tras haber superado con creces en lo que a números se refiere a históricos como el propio Alonso, Ayrton Senna, Alain Prost o Sebastian Vettel.