El de este sábado no era un partido cualquiera para el Cholo Simeone: el técnico argentino cumplía 700 partidos en el banquillo del Atlético de Madrid, que le regaló una sufrida victoria ante el Alavés, y la emoción le pudo al hablar de una posible renovación.
«Vivo a la hora. Estamos pasando un buen momento, los chicos están trabajando con mucha responsabilidad y, sobre todo, interpretando lo que necesitamos y lo que queremos. Estoy tranquilo, estoy en paz, estoy en un lugar donde… quiero mucho al lugar donde estoy, y nada, ciao«, dijo el entrenador rojiblanco, con la voz entrecortada, antes de irse.
Más tarde, Simeone atendió a los medios de comunicación en rueda de prensa, donde valoró el partido y el polémico penalti que le dio el empate a su equipo: «Nos tocaron las dos acciones en el partido. Dos penaltis que se pueden pitar o no. El que pitaron en contra nuestro y que dio lugar al 0-1 y el que se pitó a favor, que pudo ser en una acción que iba a gol y pudo ser penalti«.
El Cholo, además, elogió a Alexander Sorloth, que hizo el gol de la victoria ante el conjunto vitoriano. «Es un futbolista que nos tiene acostumbrados a ese tipo de movimientos», aseguró el técnico, que reveló que él y su cuerpo técnico mantuvieron «una charla muy linda con él para que vea el lugar que tiene en el equipo».
«Le damos una gran importancia como futbolista más allá de los minutos que juegue. Apareció para cerrar un partido que se había complicado», concluyó el técnico, que valoró muy positivamente el partido del Alavés en el Metropolitano.
«El Alavés se desarrolló muy bien desde el orden y el trabajo defensivo. Tras el descanso, el equipo mereció más y mejoró en el paso, en la decisión en los carriles. Aparecieron las ocasiones y el penal, que parece que va a la portería y puede ser penalti», añadió.
Simeone también se refirió a sus 700 partidos como entrenador del Atlético de Madrid: «Se me pasan muchas cosas por la cabeza. Nunca me lo imaginé. Soy un afortunado absoluto. Agradezco a todos los componentes de cuerpo técnico que han trabajado conmigo, a todos los jugadores que recorrieron este camino y me transmitieron una forma de vivir. A Cerezo por haberme sostenido en todo este tiempo y a nuestra gente, que desde que soy jugador sentí por ellos un grandísimo respeto. También a mi familia porque le he quitado muchos minutos».