El Instituto Geográfico Nacional (IGN) detectó entre las 04:00 y las 07:20 horas de la madrugada de este jueves una actividad microsísmica anómala en Las Cañadas del Teide, con al menos 500 terremotos en la misma zona en la que en los últimos años se han registrado enjambres sísmicos.
El director del IGN, Itahiza Domínguez, ha reconocido que el ‘enjambre sísmico’ es «anómalo» si bien ha precisado que «nada tiene que ver» con el proceso que desencadenó la última erupción volcánica en La Palma.
En declaraciones a Europa Press ha comentado que «no es algo nuevo» pues es el quinto episodio que se produce en la misma zona desde 2016 si bien reconoce que «es difícil saber realmente qué es lo que está pasando».
En esa línea ha dicho que hay que estar «pendientes» porque son eventos muy pequeños que «se acumulan en poco tiempo» -en este caso la parte más densa ha durado dos horas- y no sentido por la población, a diferencia de lo que ocurrió en La Palma, donde los ciudadanos sentían los terremotos «fuertemente».
«Hay que estar atentos por lo que pueda pasar», ha comentado, si bien Domínguez los vincula a la actividad volcánica «inherente» que tiene la isla, que es «activa».
Esta actividad microsísmica anómala se ha localizado al suroeste de Pico Viejo, donde se han registrado enjambres sísmicos previamente en octubre de 2016, junio de 2019 y junio y julio de 2022, según ha informado el IGN.
La actividad comenzó con una serie de 10 terremotos de magnitud inferior a 1.1 (mbLg) a entre 8 y 12 kilómetros de profundidad en la zona, seguida de unas señales de larga duración, sin fases sísmicas definidas, y con alto contenido frecuencial.
Ello dio paso a una larga serie de centenares de eventos de pequeña y similar magnitud, que ocurren a intervalos casi regulares de tiempo, en forma de «repique de tambor», según ha especificado el IGN.
El IGN indica que continuará realizando un seguimiento de la actividad en dicha zona.