Pedro Sánchez ha hablado por teléfono con Donald Trump «para felicitarle por su victoria electoral». Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno en una publicación en X (antes Twitter).
La conversación telefónica, según la publicación de Sánchez, se ha mantenido en consonancia con el mensaje de felicitación que lanzó el pasado 6 de noviembre: «España y EE.UU somos socios, amigos y aliados estratégicos. Mantenemos unas estrechas relaciones bilaterales», ha escrito el presidente del Gobierno, a pesar de la palmaria falla ideológica que separa a ambos dirigentes.
Por otra parte, Sánchez ha puesto el foco sobre las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Europa. La victoria del republicano supone una reconfiguración del tablero internacional. Por ello, Sánchez ha señalado que «debemos continuar reforzando la relación transatlántica». En su publicación, el líder del Ejecutivo ha asegurado que ambos seguirán «trabajando juntos para hacer frente a desafíos globales».
Esta es la segunda ocasión que Sánchez se dirige al republicano a través de sus redes sociales desde que se dieron a conocer los resultados de las elecciones en Estados Unidos. De hecho, el pasado 6 de noviembre, se apresuró a congratular en la misma red social al magnate estadounidense cuando la victoria de éste era ya evidente. Entonces Sánchez aseguró que trabajaría con Donald Trump en las «relaciones bilaterales estratégicas y en una sólida asociación transatlántica».
No obstante, el cambio en la administración de Estados Unidos pondrá a prueba los cimientos de la relación entre ambos países. Cabe recordar que, en su discurso de investidura, el presidente del Gobierno arremetió de forma directa contra el modelo político de Trump, al que denominó un «camino de perdición». Desde el Congreso de los Diputados habló de las «ideas reaccionarias que acaban por parasitar a los partidos de la derecha tradicional: al Partido Republicano en Estados Unidos, colonizado por el trumpismo«.
En varios actos Sánchez se ha referido al presidente electo de Estados Unidos como «uno de los líderes principales de la internacional ultraderechista», junto a Bolsonaro, Orban, Abascal o Milei. Sobre la victoria del argentino en los comicios de su país, que en diciembre celebrará su primer aniversario con las llaves de la Casa Rosada en sus manos, Sánchez aún guarda silencio.