Publicado: diciembre 17, 2025, 3:45 pm
El Atlético de Madrid ya está en los octavos de final de la Copa del Rey. Los del Cholo Simeone sufrieron hasta el descuento para imponerse al Atlético Baleares (2-3), que a pesar de encajar los dos primeros goles del partido, de Griezmann y Raspadori, tuvo el empate siempre em la cabeza, y pudo lograrlo en los minutos finales, pero Gerardo Bonet falló un penalti crucial.
La mala noticia del arranque fue la lesión de Clement Lenglet, quien tuvo que abandonar el terreno de juego por una lesión en la rodilla derecha tras un mal giro en un intento de remate y fue sustituido por David Hancko.
En una jugada desde el costado derecho, Connor Gallagher puso un balón para que Antoine Griezmann rematara a placer dentro del área y pusiera la primera piedra para el triunfo rojiblanco. No le dio tiempo a reaccionar al Atlético Baleares, que vio como Raspadori aprovechaba los minutos de Copa del Rey para marcar un golazo.
Otra jugada desde la derecha, aunque en esta ocasión era Nahuel Molina quien puso un centro potente para que el italiano rematara de cabeza y sumara el segundo tanto. En un córner regalado por Musso previamente, un balón peinado en el primer palo lo remató al segundo Gerardo Bonet y superó al guardameta argentino, que estuvo a punto de detener el disparo.
Ambos equipos se dieron una tregua hasta llegar al descanso, dejando las ocasiones para un segundo tiempo que arrancaría cargado de opciones para los de Luis Blanco, quienes no aprovecharon dos grandes oportunidades.
En la primera fue Durán, que ya había fallado antes una similar, quien perdonó un mano a mano con el portero rojiblanco, misma acción que erró posteriormente Tovar desde el perfil izquierdo. Esas acciones las terminaría pagando el Baleares pasada la hora de juego, cuando Griezmann decidió volver a aparecer en el encuentro para que el Atleti viviera minutos de mayor comodidad.
Con otro centro al punto de penalti, Galán puso un balón medido a baja altura que empujó el francés para cerrar su segundo doblete del curso y darle un golpe de tranquilidad a Simeone, aunque algún susto le quedaba por vivir. Musso cometería un error en un despeje que le costaría un penalti en contra, aunque el propio guardameta detuvo el lanzamiento de Tovar.
Luego, otra pena máxima cometida por Nico sí la transformaría Keita, dándole un extra de emoción a una afición que se marchó orgullosa de plantarle cara al cuadro rojiblanco, aunque la falta de puntería les terminó castigando.
