Publicado: diciembre 5, 2025, 12:07 am
Extremadura es una de las comunidades que «peor han digerido» las cesiones del Gobierno de Pedro Sánchez al independentismo, particularmente o la amnistía a los procesados por el referéndum ilegal del 1-O y la promesa de una financiación singular para Cataluña. Sin embargo, en el PSOE están convencidos de que esta vez el presiente «va a sumar en vez de restar» en la campaña para las elecciones regionales del próximo 21 de diciembre, según expone un alto cargo con décadas de militancia en referencia a la debacle de las autonómicas y municipales de 2023, de la que un amplio sector del partido responsabiliza.
De hecho, Sánchez entusiasmó ayer a los 800 asistentes que abarrotaron el Palacio de Congresos de Plasencia (Cáceres) en el acto de apertura del sprint final hacia la cita con las urnas dejando al candidato que encabezará la papeleta, Miguel Ángel Gallardo, en un discretísimo segundo plano. Cuando aseguró que mientras él esté en La Moncloa la revalorización de las pensiones estará «garantizada por ley», desde la tribuna del público se escucharon gritos de «eres el mejor». A lo que el líder socialista, en esta ocasión visiblemente cómodo, respondió: «No, no, los mejores no somos los que estamos gobernando, los mejores sois vosotros, los mayores y las mayores que habéis dado los mejores años de vuestras vidas por este país, por la democracia y por el Estado del bienestar». Aplausos estruendosos. Unos de los muchos que se escucharon durante su intervención.
El PSOE trata ahora de sacar rédito de la fortaleza de sus siglas en uno de los tradicionales feudos que perdieron en la hecatombe de 2023 intentando ahuyentar el fantasma de la abstención con el argumento de que es el único partido que apuesta por la sanidad, la educación y los servicios sociales públicos y que donde ellos ayudan a pacientes, estudiantes y personas dependientes el PP sólo ve «clientes, clientes y clientes». De hecho, a diferencia de los últimas campañas electorales, la estrategia no va a consistir en volver a aventar el miedo a los «gobiernos de derecha y ultraderecha» sino en poner en foco en reivindicar que los socialistas son los únicos capaces de garantizar el funcionamiento del «ascensor social» en uno de los territorios más pobres de España.
El propio Gallardo se presentó a sí mismo ayer como uno de los beneficiarios de las políticas de Felipe González para promover la igualdad de oportunidades, un hijo de un jornalero y de una mujer que trabajaba sirviendo en la casa de unos «señoritos» que ahora aspira a presidir la comunidad en la que nació hace 51 años. Aunque también, tal y como ha hecho en múltiples actos de precampaña, volvió a situarse en el papel de víctima, en este caso con el símil de que está cargando con una «mochila llena de piedras», de la que él sí responsabilizó directamente a Vox y sus organizaciones afines.
De esta forma implícita se refirió a su camino hacia el banquillo en el que se sentará acusado de los presuntos delitos de prevaricación y tráfico de influencias en la contratación del hermano de Sánchez en la Diputación de Badajoz. Ahora no sólo tiene que afrontar una campaña bajo esta anómala condición, sino que internamente ha sido también muy cuestionado por haberse aforado de forma exprés en la Asamblea de Extremadura para evitar ser juzgado por un tribunal ordinario.
Ninguno de los dirigentes consultados por este periódico confía en que pueda haber un vuelco en las encuestas que pronostican unánimemente que María Guardiola (PP) seguirá presidiendo la Junta. En privado lo que expresan es que el objetivo es que la magnitud de la derrota no llegue a la categoría de batacazo. Fuentes del partido en la región reconocen, a su vez, que la imputación «no ayuda», pero destacan que Gallardo es «un gran gestor» y confían en que sea un aval para que sus bases se movilicen en un territorio de fuertes raíces socialistas..
Sin embargo, en el cartel de convocatoria del acto de inicio de la cuenta atrás para las elecciones en Cáceres sólo salía Sánchez. El presidente -que en su intervención no hizo mención al procesamiento de su hermano ni del candidato de su partido- participará en otro mitin la semana que viene y en el de cierre. De esta forma, vuelve a echarse a las espaldas una campaña compleja para tratar de revertir los sondeos que pronostican el peor resultado de su historia.

