Publicado: noviembre 26, 2025, 3:07 am
El palacio de Viana es un edificio del centro de Madrid levantado en el siglo XVI que desde hace décadas es la residencia oficial del ministro de Asuntos Exteriores. Pero con el actual jefe de la diplomacia, José Manuel Albares, Viana se ha convertido en una suerte de «trinchera» desde la que el ministro y su equipo realizan una separación física del resto de miembros del servicio exterior, así lo denuncian diplomáticos consultados por este medio, preguntados por el «silencio» del ministro, que hoy celebra 6 meses sin dar una rueda de prensa a corresponsales diplomáticos en su ‘casa’.
El grueso de los diplomáticos están concentrados en el palacio del Marqués de Salamanca. Este edificio se inauguró en 2022 por el Rey en una visita en la que Albares destacó la utilidad de que los miembros del servicio de acción exterior por fin estuvieran en la misma sede. «Pero lejos de ser una ventaja, le sirve al ministro para que no tengamos acceso a lo que sucede de verdad», explica un diplomático, que constata el «hastío» que sienten los compañeros «no solo los más veteranos, los jóvenes tardan poco en perder la ilusión al ver cómo estamos trabajando».
Otra fuente consultada describe la situación: «Albares apenas pisa Salamanca, y su jefe de gabinete, Sergio Cuesta, está destacado en Viana para estar con él y su equipo asesor, todos socialistas», detalla. Tal y como desgranó Abc hace un mes, en el equipo del ministro hay tres diplomáticos y nueve asesores o directores ajenos a la Carrera. De ellos, al menos siete están afiliados al Partido Socialista.
No informar parece una orden impuesta por Albares. Hasta su llegada había reuniones semanales con los corresponsales diplomáticos. «En la época de Dastis, eran encuentros con los directores de las áreas que tocaba cada semana», describe una experimentada periodista. «Con Laya, detalla otra, el secretario de Estado para la España Global, Manuel Muñiz, daba ese briefing con la agenda de la ministra y de los secretarios de Estado». Eso se terminó con Albares. Hubo una única rueda de prensa con preguntas ilimitadas al principio, después, las redujo a tres preguntas. Pero incluso las ruedas de prensa parecen haber llegado a un límite. Este miércoles se cumplen seis meses desde la última convocatoria del ministro con preguntas a corresponsales diplomáticos fue en el palacio de Viana con motivo de la visita de su homólogo alemán.
Desde entonces, Albares ha recibido a sus homólogos lituano, jordano, bosnio, montenegrino, serbio, mauritano o colombiana. También al vicepresidente chino o a Andrés Allamand, secretario general iberoamericano, con quien coordina la próxima Cumbre, que se celebrará en noviembre de 2026. Ninguna ocasión ha sido propicia para que se someta a las preguntas de los corresponsales diplomáticos. Tampoco le ha parecido oportuno organizar ruedas de prensa en Madrid cuando se firmó el acuerdo sobre Gibraltar, cuando presentó la Estrategia de Acción Exterior o en el homenaje a los diplomáticos víctimas del franquismo.
Desde el Ministerio han querido precisar la información sobre el tiempo que lleva sin contestar a corresponsales diplomáticos con las intervenciones en prensa que ha hecho en los últimos meses. Unas atenciones a medios que no son ruedas de prensa.
A continuación se detalla la información facilitada, con matices entre corchetes: «Desde junio a noviembre, el ministro Albares ha tenido 26 comparecencias públicas con periodistas y preguntas libres de estos y ha realizado 61 entrevistas [ con presentadores y locutores, sin corresponsales diplomáticos]. El ministro da una rueda de prensa con preguntas abiertas cada mes en el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE [ofrece una declaración en la puerta antes de la reunión, no siempre a la salida, denominada doorstep], a las que, entre otras atenciones a medios, se suman las dos ruedas de prensa a corresponsales españoles en el viaje de Estado Egipto [no ruedas de prensa sino canutazos de valoración de inicio y final de viaje, que no realizó, sin embargo, en el viaje de Estado a China], sendas ruedas de prensa en Nueva York en la sede de la ONU en julio y septiembre [la primera fue una «atención a medios», según consta en la convocatoria] y una rueda de prensa tras Consejo de Ministros en junio».
Varios ejemplos con los que justifican los seis meses de ‘silencio’ diplomático de Albares en Viana, que tratarán de tapar también con una rueda de prensa junto a otras cinco personas el próximo viernes en Barcelona.

