Publicado: noviembre 25, 2025, 9:07 pm
Desde que el pasado jueves se conociera el fallo del Tribunal Supremo en el juicio al fiscal general del Estado -que ha resultado condenatorio-, el Gobierno ha trasladado su «respeto» al veredicto de los magistrados, aunque señalando que «no lo comparte». Sin embargo, en esa defensa de la «inocencia» de Álvaro García Ortiz que vienen sosteniendo los ministros desde que comenzara el procedimiento contra él, aparecen ahora ciertos matices en el discurso de unos y otros. El titular de Justicia, Félix Bolaños (PSOE), y la vicepresidenta Yolanda Díaz (Sumar) los han exhibido este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El primer punto de discrepancia que ha brotado en el Palacio de la Moncloa se produce a cuenta de que el Tribunal Supremo haya hecho público el fallo contra García Ortiz -dos años de inhabilitación para el cargo- antes de redactar y exponer la sentencia que sustenta esa condena. Esto no es un caso aislado, pues ya se ha producido en otras causas de relevancia pública con el fin de evitar filtraciones.
Bolaños ha rechazado «conjeturar sobre los motivos de la Sala Segunda para haber hecho primero público el fallo» y ha dicho que «lo que toca es tener un poco de paciencia». «Dejemos que la justicia haga su trabajo, demos tiempo», ha ahondado el ministro, aunque al final sí ha deslizado que «sería bueno para todos, también para el Tribunal Supremo, que la sentencia se conociera cuanto antes».
Estas palabras, sin embargo, contrastan con el tono que ha empleado la vicepresidenta, que ha pedido la palabra para responder a las preguntas sobre este asunto después de que lo hiciera Bolaños. Díaz ha calificado de «anómalo» que se dictara el fallo sin dar a conocer la sentencia que lo fundamenta y, en repetidas ocasiones, ha criticado que hayan transcurrido ya cinco días sin que esta se haya hecho pública. «Hoy es el quinto día y no sabemos […] los fundamentos jurídicos que motivan el fallo que conocimos el pasado jueves, y esto si que es profundamente anómalo», ha censurado.
El choque discursivo protagonizado por Bolaños y Díaz se ha repetido en lo relativo al llamamiento que hizo la líder de Sumar a que los ciudadanos salgan a las calles tras la condena a García Ortiz. «España debe movilizarse en favor de la democracia», ha defendido Díaz, de nuevo, este martes desde el Palacio de la Moncloa. «Las calles no son de la extrema derecha de nuestro país, no lo han sido nunca ni lo van a ser ahora», ha insistido, para escudarse en que «la derecha» también llama «a movilizarse contra las sentencias y contra los gobiernos».
Los ministros del ala socialista del Ejecutivo presentes en la rueda de prensa se han mostrado más comedidos a este respecto. «Nosotros respetamos esas manifestaciones», se ha limitado a afirmar la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en referencia a las concentraciones que se produjeron durante el fin de semana -una de ellas, frente al Tribunal Supremo- «trasladando una posición contraria a ese fallo [del caso de García Ortiz]». Ni ella ni Bolaños han secundado el llamamiento a la movilización que sí ha defendido Díaz.
Al contrario, el ministro de Justicia ha mantenido el tono institucional que viene empleando para referirse a este caso desde que se conoció el fallo del Supremo y, aunque ha defendido que se pueda «discrepar» del veredicto del tribunal, ha instado a que no cunda la «desconfianza» sobre la justicia. «Con independencia de esa sentencia, insisto en la importancia de respetar y no generar desconfianza generalizada sobre una institución tan importante como el Tribunal Supremo y la justicia en general».
Aunque otros miembros socialistas del Gobierno han criticado con más dureza el fallo – «pone en riesgo ciertos valores democráticos, respeto al Estado de Derecho y que la regla sea igual para todos», dijo el ministro Óscar López-, Bolaños no ha querido sumarse a este tono tampoco. «Me remito a la declaración institucional que hice el pasado jueves», ha sostenido.
