Publicado: noviembre 20, 2025, 9:07 am
«Transparencia y claridad», proclamó ayer el presidente del PNV, Aitor Esteban, para taponar la herida abierta en la credibilidad de su partido por el ex secretario general del PSOESantos Cerdán. Esteban dio la cara en una matutina entrevista televisiva en Tele 5 para contrarrestar las sospechas sobre la presunta petición impuesta al PSOE en junio de 2018 de tres altos cargos en Medio Ambiente, Adif y la Sepi en el primer Gobierno de Pedro Sánchez.
El presidente ahora del PNV y en junio de 2018 negociador directo con Santos Cerdán y José Luis Ábalos de la moción de censura contra Rajoy aseguró tajante que no conoce a Javier Cachón de Mesa. Pero la anotación de Cerdán sobre los tres cargos reclamados por el PNV y la presencia de dos altos directivos del Grupo Noticias como accionistas en la trama de adjudicaciones irregulares cuestiona la pretendida «transparencia y claridad» de Aitor Esteban.
En el asador El Burladero, el director del periódico nacionalista Diario de Noticias, Joseba Santamaría, y el promotor Antxon Alonso ratificaron la entrada del periodista en Servinabar con un 4% de las acciones el 13 de diciembre de 2016. Santamaría citó a Alonso en el mismo local en el que, casi a diario, se reunía con la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, que llegó al Palacio Foral de la mano del PNV y de EH Bildu. Apenas unos meses más tarde de convertir a Santamaría en su socio, Alonso introdujo como accionista en Alugure -otra sociedad del grupo de Cerdán- al presidente del Grupo Noticias y empresario de la máxima confianza del PNV Iñaki Alzaga. Dos pesos pesados del entramado mediático que el PNV de Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar impulsaron a marchas forzadas en el verano de 2009 cuando, casi sin creerlo, comprobaron que Patxi López se había instalado como lehendakari en el tercer piso del palacete de Ajuria Enea.
Imagen del contrato privado de venta del 4% de Servinabar a Aritz Santamaría.
El documento hallado por la Unidad Central Operativa (UCO) en la sede de Servinabar en la calle San Nicolás -a apenas 200 metros de El Burladero- convertía a Aritz Santamaría (entonces menor de edad) en el tercer socio de una mercantil controlada accionarialmente por Antxon Alonso (51%) y Santos Cerdán (45%). La investigación policial apunta hacia Joseba Santamaría, padre de Aritz, como el verdadero socio y explica por qué Alonso le trasladó a su mujer Karmele Atutxa un «perfecto con Joseba» después de compartir unas cervezas durante algo menos de una hora en el mencionado restaurante pamplonés.
El fichaje de Santamaría como accionista minoritario de Servinabar se produjo cuando daba los primeros pasos la alianza con Acciona para asumir los trabajos encargados por Geoalcali, la propietaria de la explotación de potasa Mina Muga. Pero cuando Santamaría accedió a convertirse en copropietario de la empresa comisionista de Cerdán y Alonso ya conocía al detalle la evolución del proyecto a través de la entonces presidenta de Navarra, Uxue Barkos Berruezo (Pamplona, 1964). «El proyecto de la mina de potasa movilizó a los ecologistas y a la izquierda abertzale en su contra y la sorpresa fue que Barkos, con el Noticias de Navarra, también le dieran alas», constata un ex parlamentario navarro que mantuvo reuniones con Antxon Alonso en 2016. La sintonía política y personal de Santamaría con Barkos también se extiende hacia otros miembros de Geroa Bai que en la actualidad forman parte del Gobierno de María Chivite. La mujer de Santamaría es la secretaria del consejero de Desarrollo Rural y de Medio Ambiente, José María Ayerdi, uno de los políticos que también mantuvo reuniones con Antxon Alonso para impulsar la mina de potasa en el límite entre Navarra y Aragón. Santamaría, Barkos, pero también el ex vicepresidente de Desarrollo Económico navarro Manu Ayerdi intentaban entre 2016 y 2018 acelerar la tramitación de los permisos administrativos.
Los vínculos entre Antxon Alonso y los directivos del Grupo Noticias se reforzaron bajo el paraguas del Gobierno de Barkos. Iñaki Alzaga, presidente del grupo mediático, adquirió en 2017 el 4% de la mercantil Alegure justo antes de que el Ejecutivo foral le adjudicara la construcción de un colegio en Arbizu por 3,2 millones de euros.
«La Declaración de Impacto Ambiental iba a llegar tarde o temprano, pero tanto los integrantes de la trama como en el entorno del PNV se pretendía acelerar para no perder la inversión», señala uno de los responsables políticos que intervino en la primera parte del proyecto. En ese impulso político figura el nombramiento de Javier Cachón de Mesa por la ministra Teresa Ribera en junio de 2018. Su designación se produjo tan solo unos días después de que Santos Cerdán le comunicara a Koldo García que el PNV quería la continuidad de Chacón en Medio Ambiente. La designación de Chacón para controlar la DIA de Mina Muga aseguraba el proyecto que los dirigentes del Gobierno de Barkos y que el propio Joseba Santamaría -accionista minoritario de Servinabar, según la UCO-anhelaban.
«¿Por qué Santos Cerdan incluyó en su anotación a Koldo García que el PNV quería la continuidad de Chacón y dos puestos en Adif y Sepi?», le preguntaron ayer a Esteban. «No sé, mezclar un poco todo, no sé», respondió. Pero Esteban, junto al ex dirigente del PNV Joseba Aurrekoetxea fue quien negoció directamente a finales de mayo de 2018 con Santos Cerdán y con José Luis Ábalos las contrapartidas de su apoyo a la moción de censura contra Mariano Rajoy. Cerdán en esa primera semana de junio ya advierte de que «estos dos -sin concretar si se refería a Esteban y Aurrekoetxea- me tienen que decir los nombres el lunes».
Aitor Esteban recordó ayer que «participé muy directamente en las conversaciones y nada tiene que ver con esto». Según la versión del presidente del PNV, ni Santos Cerdán sugirió el nombre de Javier Cachón ni tampoco en la negociación los nacionalistas vascos reclamaron «un puesto importante» en Adif y otro en la Sepi.


