Publicado: noviembre 4, 2025, 9:07 am
El primer juicio por el caso Koldo ya está encarrilado. El magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente dio ayer por concluida la investigación con una resolución que propone sentar en el banquillo al ex ministro de Transportes José Luis Ábalos, a su entonces asesor Koldo García y al empresario Víctor de Aldama en la parte de la investigación que arrancó por los contratos de mascarillas en los inicios de la pandemia. El juez ve presuntos delitos de cohecho, pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos.
Tras recordar cómo se conocieron -Koldo hizo de chófer de Ábalos y el hermano de Aldama era escolta del ministro-, el juez explica que los tres encausados «pronto vieron la oportunidad de obtener un beneficio económico». «Los tres convinieron que, aprovechando el cargo que ostentaba el Sr. Ábalos en el Gobierno de España, podrían favorecer, naturalmente a cambio del correspondiente beneficio económico del que todos participarían, la contratación con la Administración Pública, en cuantas ocasiones hubiera oportunidad, por empresas cuyos intereses captaría y promovería el Sr. de Aldama».
La actividad que emprendieron dio lugar a una lista de nueve hechos delictivos que el juez va enumerando y que podrían conducir a una larga condena para los implicados. En el caso del empresario, reducida sensiblemente por su colaboración con la Justicia, que según el juez está resultando valiosa:
PISO Y MENSUALIDAD
El magistrado arranca el relato de las andanzas de los investigados explicando que, para ganarse la voluntad del político y su asesor, Aldama acordó entregar a Koldo García mensualidades de 10.000 euros. En cuanto a Ábalos, el plan fue proporcionarle un piso en el Paseo de la Castellana que al cabo de un tiempo el entonces ministro podría adquirir a un precio de 750.000 euros, muy por debajo del precio de mercado.
LAS MASCARILLAS
El auto indica que Aldama, gracias a ese contacto con Ábalos y Koldo «pudo haber obtenido información previa y privilegiada sobre las necesidades derivadas de la urgencia, lo que le habría permitido articular una oferta -con la aquiescencia de uno y otro y el compromiso de que los contratos le serían adjudicados- para asegurar la perfección del contrato de suministro en favor de la empresa cuyos intereses promovía, Soluciones de Gestión». Para ello se recurrió a las dos empresas públicas con más liquidez, Puertos del Estado y Adif, que adquirieron 13 millones de mascarillas.
Jésica Rodríguez (centro), al acudir a declarar en el Supremo el pasado febrero.
TORRE DE MADRID
Con la misma intención de obtener «un trato preferente». Aldama gestionó que un socio suyo pagara el alquiler de un piso de lujo en la Torre de Madrid, que iba a ocupar la entonces compañera sentimental del ministro, Jéssica Rodríguez. Ella misma lo escogió. Sumando mensualidades, el empresario desembolsó algo más de 82.000 euros.
TRABAJO SIN TRABAJAR
La novia del ministro también logró que empresas públicas (Ineco y Tragsatec) contrataran a su novia sin ningún proceso de selección. Un tráfico de influencias, si no fuera porque nunca estuvo previsto que fuera a trabajar realmente. Eso es más grave: malversación.
Claudia Montes, ex miss Asturias, el lunes, durante su declaración en la comisión Koldo del Senado.Efe
OTRO EMPLEO PÚBLICO
Las influencias del ministro sirvieron para colocar también a otra amiga, -«con quien mantenían alguna clase de relación personal previa», dice el juez-. La ex Miss Asturias Claudia Montes tuvo plaza en Logirail, dependiente de Transportes. Ella sí que fue a trabajar.
PREMIO POR AIR EUROPA
Ábalos aceptó la petición de Aldama de «promover» una nota de prensa del Gobierno favorable a Air Europa, por entonces en graves dificultades por la pandemia. Eso «tranquilizó» a sus acreedores y le valió a Ábalos unas vacaciones gratis en Marbella cortesía del empresario, que por entonces asesoraba a la aerolínea.
LICENCIA Y CHALÉ
Koldo y Ábalos maniobraron para que representantes de Villafuel, interesados en obtener una licencia para la compraventa de hidrocarburos, se reunieran con Juan Ignacio Díaz Bidart, jefe de del Gabinete de la entonces ministra de Industria, Reyes Maroto. La contraprestación fue pagarle al ministro el alquiler de un chalé en La Línea de la Concepción (Cádiz).
DEUDA A HACIENDA
De forma muy similar, Aldama logró que Koldo, «con el conocimiento y la aprobación» de Ábalos, «desplegara también su influencia» para que el empresario se reuniera con Carlos Moreno Medina, en ese momento jefe de gabinete de la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero. El empresario obtuvo el aplazamiento de una deuda que buscaba con la gestión.
MOVILIDAD CON COVID
El trío enviado al banquillo también se encargó de que desde el Ministerio de Transportes se firmaran «determinados salvoconductos o certificados de movilidad» para las personas que Aldama indicaba. De esa forma podían moverse libremente por España sin respetar las limitaciones impuestas por la pandemia.


