Publicado: noviembre 3, 2025, 5:07 pm
Fue secretario general de Vox entre 2016 y 2022, y después pasaría a ocupar el cargo de vicepresidente del partido entre 2022 y 2024, pero desde entonces el peso orgánico de Javier Ortega Smith en la formación que fundó junto a Santiago Abascal ha ido diluyéndose. Hoy, solo conserva un asiento en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox, con el mismo rango que tienen otros 16 dirigentes. A nivel parlamentario, Ortega Smith mantenía hasta ahora dos responsabilidades en nombre del partido: portavoz en el Ayuntamiento de Madrid y portavoz adjunto en el Congreso. El partido, sin embargo, lo ha reemplazado este lunes de este segundo cargo.
Será Carlos Hernández Quero, responsable de Vivienda de Vox y valor al alza en la formación, quien le sustituya en su puesto en la portavocía del grupo parlamentario. En estas funciones están también Pepa Millán, José María Figaredo y María Ruiz, tres altos cargos de la cúpula del partido. La formación de Abascal ha justificado el cambio por su interés en «impulsar» el eco de sus propuestas en materia de vivienda. Hernández Quero «hará de altavoz a uno de los principales problemas por los que atraviesan los españoles: el de la emergencia habitacional», sostienen en Vox, y siguen escalando a su dirigente a puestos de responsabilidad en el partido -forma parte de la dirección desde el mes de febrero, cuando sustituyó al ex vicepresidente de Castilla y León Juan García-Gallardo-.
Pero el partido no ha explicado, por contra, por qué es a Ortega Smith a quien se retira de esas funciones, sino que en un comunicado trasladado este lunes se limita a decir que el parlamentario «continúa con su labor de portavoz en la Comisión de Justicia del Congreso y portavoz en el Ayuntamiento de Madrid».
Lo cierto es que, en los últimos meses, el fundador de Vox se ha desmarcado en varias ocasiones de la línea marcada por el partido, llegando incluso a deslizar discrepancias con la dirección nacional. El último gesto en este sentido sucedió el pasado 12 de octubre, en el desfile militar por el Día de la Fiesta Nacional, en el que Abascal y otros dirigentes de Vox como Pepa Millán se ausentaron de la tribuna de autoridades como gesto de protesta hacia el Gobierno. Ortega Smith, por el contrario, sí ocupó su asiento en esta grada. Preguntado al respecto, Abascal esquivó pronunciarse: «No hago ninguna valoración», dijo.
Hace un mes, el portavoz del partido en el Ayuntamiento de Madrid también se aupó como la excepción en las filas de Vox cuando asistió a la presentación de Atenea, la fundación que ha puesto en marcha el ex dirigente del partido Iván Espinosa de los Monteros. «No creo que a nadie le siente mal que venga a dar un abrazo a un amigo», sostuvo Ortega Smith, a sabiendas de que su presencia en el acto se salía de la línea seguida por la cúpula de la calle Bambú. En Vox sostuvieron entonces que no había existido ninguna directriz a sus dirigentes sobre la presencia en la presentación de Espinosa de los Monteros.
También, en alguna ocasión, Ortega Smith se ha desmarcado en cierta medida de Abascal a nivel discursivo. En febrero de este año, ante la polémica a la que se vio sometido Vox por su defensa de Donald Trump mientras este amenazaba con imponer aranceles a España, Ortega Smith instó a la dirección nacional a no «comprar todas las políticas» del presidente estadounidense. Aunque públicamente los dirigentes de Vox siempre han sostenido que no hay choque con Ortega Smith, su figura en el partido sigue perdiendo paulatinamente peso.
