Publicado: octubre 31, 2025, 3:07 am

Durante sus cinco horas de comparecencia de este jueves en la comisión de investigación sobre el caso Koldo en el Senado, Pedro Sánchez despachó múltiples preguntas con recurrentes «no me consta» y «no me acuerdo», aunque hubo al menos una en concreto en la que hizo ver que la memoria sí le funcionaba perfectamente: la de por qué fue recuperado José Luis Ábalos para las elecciones generales de julio de 2023, siete meses antes de que se destapara la presunta trama de corrupción por la que el ex ministro está imputado por pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación.
«El PSPV–PSOE propuso a José Luis Ábalos como candidato a esas listas», aseguró rotundamente el presidente del Gobierno, dando a entender que fue una decisión de la federación del partido en la Comunidad Valenciana que en aquel momento todavía dirigía Ximo Puig. Su nombramiento, se limitó a añadir, fue «avalado oficialmente por el Comité Federal», cuando su inclusión había sido una imposición directa de Ferraz.
El ex ministro de Transportes no era precisamente una persona de la confianza de Puig, a quien en 2017 había intentado arrebatar el control del partido autonómico impulsando a un candidato alternativo. La posterior caída de Ábalos -relevado en el Gobierno y como secretario de Organización del PSOE en 2021– permitió al en aquel momento todavía presidente de la Generalitat Valenciana reafirmar su poder en el partido sin contestación interna.
Además, en el caso de que efectivamente su inclusión como número dos en la lista por Valencia al Congreso hubiera sido una propuesta de la federación a la que pertenece, Ferraz podría haberlo modificado antes de enviar la lista definitiva para que fuera ratificada por el Comité Federal. De hecho, en aquellas elecciones, la decisión de la cúpula nacional del partido de cambiar nombres en varias listas provocó un «profundo malestar» en Aragón, Castilla y León y Castilla-La Mancha, aunque Emiliano García-Page sí logró evitar que se le impusiera como número uno por Toledo a la ex alcaldesa Milagros Tolón en el lugar de a su secretario de Organización, Sergio Gutiérrez.
El propio Ábalos, en una entrevista con EL MUNDO -publicada el 9 de julio de 2023, dos semanas antes de las elecciones-, reconoció que fue él quien mostró su predisposición a volver a ocupar un escaño en la Cámara Baja y que «al presidente le parecía bien». «No deja de haber una confianza que uno siempre agradece», aseguró desvinculando su continuidad en la vida política por completo de una decisión de la federación que lideraba Puig. El ex presidente valenciano, a su vez, también tuvo su encontronazo con la dirección nacional por haber validado la lista de Valencia elaborada unilateralmente por el secretario provincial, Carlos Fernández Bielsa, candidato en la sombra para sucederlo en la federación valenciana antes de que Ferraz, en una nueva imposición, lograra que su sustituta fuera la ministra de Ciencia, Diana Morant, sin necesidad de primarias internas.
Durante su intervención en el Senado, Sánchez desvinculó este jueves su decisión de cesar a Ábalos por las investigaciones que estaba realizando la Guardia Civil aunque no se conocieron públicamente hasta la detención de Koldo García, su mano derecha en el Ministerio, en febrero de 2024. «No me consta, no me consta; no quiero decir con esto que no se produjera, pero, por ser efectivamente lo más certero posible, desde luego no puedo responder porque no me consta», respondió el presidente a la pregunta de la representante de Más Madrid, Carla Antonelli, de si había recibido algún «aviso previo» sobre la presunta implicación de quien fue su hombre fuerte tanto en Moncloa como en el partido en la trama de corrupción antes de que se tuviera conocimiento de forma oficial sobre la misma.
Cese por motivos «políticos»
Sobre los motivos reales por los que sacó al político valenciano de su núcleo de confianza en 2021, el jefe del Ejecutivo no se salió del argumentario de que fue en el marco de una «remodelación profunda» de su gabinete con criterios «políticos» para el «relanzamiento» de la actividad institucional tras la emergencia sanitaria de la pandemia del Covid que incluyó el relevo de otros cuatro ministros, entre ellos también el de la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, hasta entonces también persona de su máxima confianza desde las primarias en las que recuperó el liderazgo del PSOE frente a Susana Díaz. «No fue algo personal», incidió.
A pesar de descargar en la federación valenciana la responsabilidad de la rehabilitación pública de Ábalos mediante su incorporación en las listas electorales de 2023 en la federación, Sánchez también usó como argumento en su comparecencia en el Senado que es una «práctica habitual, no sólo en el PSOE», que «personas que han contado con una importante responsabilidad política», como dijo que era este caso, «se les dé esa representación para que continúen su trayectoria política en otro ámbito de responsabilidades».
«Lo importante es que en el momento en el que se produce la detención de Koldo García mi organización lo que hace es exigirle el acta a José Luis Ábalos y esto yo creo que es muy importante», recalcó este jueves Sánchez, que obvió que fue una instrucción que su ex colaborador se negó a acatar y desde entonces forma parte del Grupo Mixto. Además, trató de contrastar la actuación de su partido con «el PP del pasado que «lo que hacía era tapar, justificar y no asumir ningún tipo de responsabilidad política».
 
			
 
            
      
   
  
  
		 
		 
		 
		 
		