Publicado: octubre 31, 2025, 12:07 am
Las cuentas andaluzas se desprenden de la tutela del Gobierno central, presidido por el socialista Pedro Sánchez, el próximo 2026, cuando, por primera vez, Andalucía podrá financiarse exclusivamente en los mercados, sin necesidad de acudir a los mecanismos estatales. Así queda reflejado en los presupuestos que acaba de aprobar el Ejecutivo andaluz, que son los últimos de la legislatura y los séptimos que saca adelante Juanma Moreno desde que llegó al poder tras las elecciones autonómicas de 2018.
El presupuesto global para 2026 asciende a 51.597 millones, un 5,6 % más que en 2025. Como viene informando EL MUNDO, dos de cada tres euros se destinarán a gasto social, como sanidad, educación o dependencia. Las cuentas públicas reservan una partida de 841,5 millones de euros para pagar los intereses de la deuda. Actualmente, la deuda andaluza se eleva a 41.442 millones de euros, según los últimos datos del Banco de España. Pese a lo abultado de la cifra, hay otras comunidades más endeudadas, como Cataluña, con 90.700 millones; y la Comunidad Valenciana, con 60.696 millones de deuda. Por detrás de Andalucía se sitúa la Comunidad de Madrid, con 39.449 millones.
Juanma Moreno y Carolina España, durante el Consejo de Gobierno.
Desde que el Partido Popular gobierna en Andalucía, ha pretendido liberarse de la tutela que el Gobierno ejerce sobre las comunidades autónomas a través del Fondo de Financiación y el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). Estos fondos se utilizan para asistir a las comunidades en el cumplimiento de sus obligaciones financieras y de déficit, pero son mucho más rígidos y menos ventajosos que la financiación en los mercados. De hecho, desde 2018, Andalucía ha ido reduciendo casi todos los años el porcentaje que representan los fondos estatales e incrementando, a su vez, el porcentaje de la financiación en los mercados. Tan solo en 2020 no pudo salir a los mercados porque el Gobierno central no lo autorizó por los incumplimientos de las reglas fiscales en 2018. Fue una especie de castigo en diferido que acató el Gobierno de Juanma Moreno por incumplimientos en el último año de gobierno de la socialista Susana Díaz.
La financiación en los mercados es más ventajosa porque es de menor coste que los mecanismos estatales (el FLA y la Facilidad Financiera), hay mejores ofertas, dispone de una mayor base de inversores y supone también una mayor confianza crediticia. De hecho, para que Andalucía puedar financiarse al 100% en los mercados, ha sido clave, además del cumplimiento de las reglas fiscales, que las agencias DBRS y Moody´s Ratings elevaran la calificación de la comunidad andaluza hasta situarla en el mismo nivel que el Reino de España.
En estos años, la solidez de la finanzas andaluzas también se ha reflejado en el descenso de la deuda, que ha pasado del 22% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2018, a un 19% del PIB en 2024 y una estimación del 18,4% cuando acabe 2025. La medida de la deuda del resto de comunidades está por encima de la andaluza. Era del 24% en 2018; del 21,1% en 2024; y del 21% en 2025. De hecho, la deuda por habitante de Andalucía se sitúa en 4.766 euros, frente a los 6.951 euros de media de las comunidades.
La consejera de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y Diálogo Social, Carolina España, se ha mostrado optimista porque Andalucía, en 2026, recuperará su «autonomía» financiera. «Los mercados confían en Andalucía porque sabe gestionar, porque ha cumplido con las reglas fiscales y ha demostrado que es una comunidad fiable», ha defendido. Según la Junta, cada salida a los mercados es un éxito. «Lo vimos, por ejemplo en marzo, cuando salimos al mercado por un montante de 1.000 millones a diez años, aunque se recibieron ofertas de suscripción por 4.100 millones de más de 120 inversores internacionales». Aquella emisión se hizo «con unas condiciones inmejorables, con el diferencial más estrecho conseguido en una emisión pública por la Junta de Andalucía en mucho tiempo».
Andalucía se convertirá en 2026 en la primera comunidad dependiente de la financiación del Estado que dejará de pedir créditos a la Administración central. Hay otras autonomías, como Madrid, que ya se financian en exclusiva en los mercados.
 
			
 
            
      
  

 
  
  
		 
		 
		 
		 
		