Publicado: octubre 28, 2025, 5:07 pm
Se barajaban distintos escenarios, con una escala de gravedad. La decisión de Carles Puigdemont de romper con el PSOE, pero no provocar su caÃda, creen en La Moncloa que permite un control de daños. Que es un escenario que no difiere mucho del actual, donde van a tener la misma exigencia de negociar medida a medida, en un terreno de juego que obligará a cesiones. En dos años, el Ejecutivo ha perdido a dos socios: Junts y Podemos. Ya no cuenta con un bloque mayoritario y, como define el PNV, sà hay una «mayorÃa negativa». Pese a este escenario, la conjura en el complejo presidencial es mantener la hoja de ruta, encapsular la ruptura de Junts como una piedra más pero que el presidente del Gobierno no contempla otro escenario que llegar todo lo lejos que pueda: «Vamos a seguir lo que queda de legislatura, hasta 2027».
El Gobierno busca dar una pincelada de normalidad al hecho de que uno de los partidos sobre los que descansa la gobernabilidad de España haya decidido romper toda relación. Quieren seguir caminando en medio del vendaval que los zarandea. Pero los números son tozudos, y sin los votos de los independentistas catalanes no hay opción de aprobar nada en el Congreso, y ya se desvanece casi por completo la utopÃa de los Presupuestos. «No infravaloren la capacidad de diálogo y persuasión de este Gobierno», ha expuesto Pilar AlegrÃa, portavoz del Ejecutivo, tras la reunión del Consejo de Ministros.
«Mano tendida»
La frase pretende trasladar el mensaje a Junts de que ellos no dan por consumado el divorcio. Que asumen el enfado, pero que esperan poder reconducir la relación, al menos en determinados asuntos. Porque el planteamiento de Junts de romper pero no abrazar una moción de censura junto a PP y Vox para descabalgar a Sánchez hace que la consigna dada por el presidente del Gobierno sea la de tratar bien a Junts, la de ofrecer «mano tendida», «diálogo» y «acuerdo», que es el mantra que repiten en las últimas horas todos los miembros del Ejecutivo. No escalar más el choque. Tratar de que transcurra el tiempo y el dÃa a dÃa determine cuál es la dinámica.
«La posición del Gobierno es la de mano tendida. Los acuerdos que se alcanzaron con esta fuerza polÃtica [Junts], los que han dependido de este Gobierno se han cumplido y se están cumpliendo. Los que no dependen de este Gobierno se está trabajando para que salgan adelante», ha reflexionado AlegrÃa.
En un contexto donde se pone de relieve la fragilidad y debilidad parlamentaria de la coalición de Gobierno, que ni siquiera es capaz de poner fecha para la presentación de unos Presupuestos que insiste en querer impulsar pese a estar abonados al fracaso, se intenta dar un barniz de estabilidad y certidumbre cuando son más las preguntas que las respuestas. «Este Congreso nació complejo y fraccionado», ha apuntado Félix Bolaños, ministro de la Presidencia y Justicia. «Hemos ganado el 88% de las votaciones y hemos aprobado 45 leyes en esta legislatura. Comparen con los parlamentos autonómicos», ha descrito, en ese propósito de presentar que el barco sigue a flote pese a las vÃas de agua.
«A partir de ahora, diálogo, trabajo y negociación para sacar adelante una agenda social que es positiva para la mayorÃa social del paÃs». Es el mensaje que lanzan y con el que ya pretenden empezar la presión a Junts.

