Publicado: octubre 8, 2025, 6:07 am

Los comités federales del PSOE de Felipe González arrastran la leyenda de las discusi ones tormentosas y la lluvia de ideas con vocación pactista. Los veteranos los recuerdan con suspiros de nostalgia por contraposición a las dinámicas actuales de hiperliderazgo. En aquellos cónclaves se discutía, y mucho, pero con una condición previa: antes de tomar la palabra, los dirigentes de las federaciones socialistas tenían que pasar por dos mesas. La primera, para acreditarse. La segunda, para cobrar, en metálico, los gastos de desplazamiento hasta la calle de Ferraz, 70: el billete de avión, el del tren o el kilometraje. Allí, la gerencia preparaba a bocajarro los sobres con los billetes y las monedas. Una imagen de otro tiempo, que se mantuvo con Joaquín Almunia y en los primeros años de José Luis Rodríguez Zapatero, que fue quien dispuso el fin de esa costumbre.
Pero el trajín de dinero en efectivo no acabó entonces. Los gastos de representación se siguieron pagando con billetes al menos hasta octubre de 2024, última fecha de la que hay constancia documental. Para ponerle coto a esta práctica y frenar cualquier mala praxis, el Código Ético del PSOE estableció unos límites muy claros para fiscalizar los grandes desembolsos. Lo que ocurre es que, según ha confirmado EL MUNDO, Ferraz se los saltó en más de una treintena de ocasiones con Santos Cerdán -el que más-, José Luis Ábalos y Koldo García Izaguirre. El código obliga a controlar de manera especial los gastos de más de 600 euros semanales o más de 1.500 al mes, para «evitar cualquier uso impropio» del dinero del partido. Y eso no se hizo con ellos ni una sola de las 32 veces en que sobrepasaron dicho umbrales entre 2018 y 2025.
El refuerzo de los controles del gasto aparece en el apartado 5.10 del Código Ético, que hace referencia a los «principios de actuación» que deben regir el «uso responsable de los fondos relacionados con el desempeño de funciones» de los cargos del PSOE. Dice así: «Todos los gastos de representación orgánica que superen los 600 euros semanales o los 1.500 euros mensuales deberán ser comunicados y aprobados previamente por la dirección del partido del respectivo ámbito territorial. Si la persona implicada en el gasto ostentase cargos orgánicos relevantes (secretarías general, de Organización o Administración) en ese ámbito, el gasto deberá aprobarse con abstención del interesado y remisión de la decisión al ámbito territorial superior».
Esto aparece exactamente igual en el Código Ético actual y en el de 2014, con lo cual aplicaba a rajatabla para Ábalos, Cerdán y García en los años que investiga la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Cuando un miembro de la dirección de Ferraz pasaba más de 600 euros de gastos de representación en una semana o más de 1.500 en un mes, la dirección se debía reunir -sin él- y escudriñar si debía aprobarle esos gastos.
Pues bien, esas reuniones no se celebraron ni una sola vez para gastos de Cerdán, Ábalos o García. Así lo confirman sin ningún tipo de duda fuentes de la anterior dirección de Ferraz. «Nunca hubo autorización de la directiva a los gastos. Jamás hicimos eso. Era automático [que se liquidaran] y el criterio era del gerente», explican las mismas fuentes.
Fuentes actuales del PSOE añaden que si Ábalos o Cerdán colaron facturas que no eran realmente gastos de representación, «lo hicieron abusando de ser el secretario de Organización». ¿Por qué? Porque «el secretario es el jefe del gerente…», y por tanto éste no tenía poder real para elevar la decisión de fiscalizar los gastos de su superior. Simplemente «no se hacía», y si Ábalos o Cerdán llevaban «un gasto de 600 euros, se aprobaba y punto», añaden las mismas fuentes socialistas.
En el caso de Cerdán, la comprobación de los gastos se debió haber producido en 24 ocasiones, según la documentación del PSOE en poder de este diario. 19 por rebasar las cifras mensuales del Código Ético y cinco por el tope semanal. En diciembre de 2018 pasó 1.750 euros. En junio de 2019, 2.057. En abril de 2021, 1.639; en julio, 1.586; en septiembre de ese mismo año, 1.685; y en octubre, 3.111. En 2022, Cerdán superó la cifra cinco veces: en marzo (1.725), abril (2.187), junio (3.263) y septiembre (2.080). Y así sucesivamente: tres veces en 2023, cinco en 2024 y una en 2025. Además, en seis ocasiones pasó gastos de más de 600 euros con menos de una semana de diferencia de la anterior liquidación: el 28 de octubre de 2021, dos veces a finales de septiembre de 2023 -en la última, superando también el umbral de 1.000 euros en efectivo de la ley anti blanqueo-, el 5 de diciembre de 2023 y el 19 de mayo de 2025.
Dos pagos de la dirección nacional de Ferraz a Koldo también se tendrían que haber mirado con lupa, si atendemos a la literalidad del Código Ético del PSOE. El primero, el 7 de febrero de 2018, por valor de 2.226 euros. El segundo, el 19 de junio de 2019, por 2.928 euros. Este último es el (famoso ya) sobre cuya foto adjunta la UCO en su último informe.
Ábalos también debió haberse abstenido en seis ocasiones en los tres años de los que el PSOE ha aportado documentación al juez del Supremo Leopoldo Puente: septiembre, octubre y diciembre de 2017 y mayo, junio y julio de 2018.