Publicado: octubre 6, 2025, 6:07 pm

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, movilizó este lunes a sus más fieles ministros y a sus más altos cargos institucionales para desplazarse a Olivenza (Badajoz) y asistir al funeral del que fuera presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en dos etapas distintas, durante doce años. Sánchez viajó desde Moncloa acompañado por su mujer, Begoña Gómez, pero ésta -a su llegada a la Iglesia de la Magdalena- no siguió el protocolo oficial organizado a las puertas del templo, donde se esperaba minutos antes de las once de la mañana el coche fúnebre con los restos del ex dirigente extremeño.
Numerosas personalidades de la política extremeña -encabezas por la presidenta de la Junta, María Guardiola – junto a la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, y el presidente del Senado, Pedro Rollán, esperaron la llegada del presidente del Gobierno en línea de saludo. También se encontraban presentes la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y los ministros de Presidencia, Félix Bolaños; Economía, Carlos Cuerpo, Agricultura, Luis Planas, y Vivienda, Isabel Rodríguez. También se encontraba el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López. Pero hasta allí no acudió para acompañar a su marido Begoña Gómez, que entró en el templo por una parte lateral, al igual que para la salida, evitando así a los periodistas y fotógrafos, que estaban ubicados en una zona muy lejana a esta parte de la iglesia, y sólo la vieron pasar fugazmente, a la salida, para subirse al coche oficial, ya de nuevo junto al presidente del Gobierno, para abandonar la localidad donde nació Guillermo Fernández Vara justo 67 años antes (este lunes hubiera sido su cumpleaños) y donde sus vecinos y la sociedad política y civil extremeña le despidieron con sentidos, respetuosos y largos aplausos.
Este despliegue de la plana mayor institucional del ‘sanchismo’ contrasta con la reciente despedida de otro barón histórico socialista, Javier Lambán (a los 67 años), que falleció también debido a un cáncer y al que se le dio su último adiós en su localidad natal, Ejea de los Caballeros, el pasado 16 de agosto, hace apenas ocho semanas. Entonces, no fue arropado por Pedro Sánchez, y acudió una única ministra, la secretaria general del PSOE Aragón, ministra de Educación y portavoz del Gobierno central, Pilar Alegría, acompañada de la secretaria de Organización del PSOE, Rebeca Torró. Como el domingo en Badajoz para despedir a Fernández Vara el mismo día de su fallecimiento, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page se desplazó en agosto a Aragón para despedir a Lambán..
VOCES CRÍTICAS
Guillermo Fernández Vara y Javier Lambán han sido voces muy críticas con la figura de Pedro Sánchez. Primero, cuando aún no era presidente del Gobierno, pero sí secretario general del PSOE, denunciando incluso el dirigente extremeño en 2017 que Sánchez iba a romper el partido y España: «Pedro Sánchez se dedicó a dividir el partido tras el Congreso Federal del 1 de octubre», dijo, y le acusó de «dedicarse a laminar a los discrepantes tras ese congreso». Además, Vara amenazó con marcharse del PSOE si Sánchez pactaba con los nacionalistas. El dirigente extremeño había apoyado con entusiasmo la candidatura de Susana Díaz: «Teníamos una visión de partido similar, dialogante, centrada», señaló este lunes la ex presidenta andaluza al recordar la figura de su entonces aliado.
Sin embargo, en la última etapa de su ciclo político, lo que le pudo costar su cargo al frente de la Junta de Extremadura en 2023, Fernández Vara dejó de ser una de las voces discrepantes ya en la segunda etapa de Sánchez al frente de la dirección del PSOE, una decisión que fue criticada por algunas voces del socialismo extremeño, entre ellas el actual secretario general y su sucesor en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo. De hecho, tras su salida como presidente regional, Fernández Vara aceptó el puesto de vicepresidente segundo del Senado. Por el contrario, Javier Lambán siguió siendo muy crítico con las políticas de Pedro Sánchez hasta los últimos días de su vida.
SÁNCHEZ ENSALZA A VARA
En Olivenza, Pedro Sánchez ensalzó la figura de Fernández Vara: «Con inmensa gratitud y enorme pena lo que tenemos que hacer desde el PSOE y todos aquellos que nos dedicamos a la política es recoger ese legado de Vara de mirar al futuro con optimismo y esperanza» como, afirmó, hizo él con su tierra: «Guillermo empezó siendo médico y luego se dedicó a la política para cuidar de todos y lo hizo como hacía las cosas, con mucha voluntad de escuchar, de hablar, de acordar con gente que pensara distinto a él», subrayó.
El féretro con los restos mortales del ex presidente de la Junta fue portado para acceder a la iglesia -adonde acudía Guillermo Fernández Vara cada domingo para participar en la Eucaristía- por su hijo Guillermo y también por personas de confianza que le acompañaron durante muchos años en su día a día, como su chófer y varios escoltas.
En su homilía, el arzobispo de Mérida-Badajoz, Monseñor José Rodríguez Carballo, valoró que «su ser de político cristiano se reflejaba en su estilo de vida: cercano, sencillo, dialogante, sin querer herir al adversario político». En este sentido, destacó que «como cristiano y médico quería estar cercano a los que sufrían esta misma enfermedad, lo que le llevó a recibir la quimioterapia junto a los ciudadanos de a pie, compartiendo con ellos sus experiencias dolorosas» porque -añadió- «sabía muy bien que el cáncer que padecía y su evolución no le permitirían vivir mucho tiempo», aunque cuando se le preguntaba por su enfermedad, siempre respondía: ‘Estoy bien, estoy bien’.