Publicado: octubre 4, 2025, 6:07 pm

La interceptación militar israelí de la Global Sumud Flotilla a la Franja de Gaza, y las críticas del Gobierno de Pedro Sánchez han elevado las tensas relaciones entre los dos países.
El cruce de acusaciones entre Israel y España ya es casi la norma diaria. Después de que tras el abordaje de las embarcaciones de la flotilla en las que también iban activistas españoles Sánchez afirmara que «lo más importante es la seguridad de nuestros compatriotas y que puedan regresar pronto a casa, a su casa, a España», fuentes del ministerio de Exteriores israelí muestran su extrañeza al revelar que Israel había ofrecido a España «organizar un chárter para posibilitar el regreso rápido de los participantes españoles de la flotilla». «Aún no hemos tenido respuesta», dicen a EL MUNDO sobre una oferta realizada hace unos días.
Sin embargo, fuentes de Exteriores han negado que se haya realizado esa propuesta: «Esa información es falsa y la desmentimos tajantemente».
De hecho, este sábado el ministro José Manuel Albares ha asegurado en RTVE que su departamento está trabajando para que el grupo de unos 50 españoles que están retenidos en Israel regresen «cuanto antes» a España, pero no ha ofrecido una fecha concreta.
Albares ha explicado que las autoridades israelíes agilizan la deportación de aquellos que firman un papel aceptando que su entrada en el país fue ilegal y que el proceso para el resto es algo más largo. «Trabajamos para que sea lo antes posible y para que sus derechos no se vean cercenados en ningún momento», ha señalado el ministro, quien ha recordado que están en contacto con los cónsules que atienden a los otros activistas, entre los que hay alrededor de 40 nacionalidades.
Albares ha garantizado que los tripulantes de la flotilla son la «gran prioridad» del consultado y de la embajada de España en Tel Aviv y que seguirán trabajando para defender sus derechos, que recuperen la libertad de movimiento -«no tendrían que haber estado sin ella ni un solo día», ha apostillado- y que regresen a España.
«El interés de la flotilla no era humanitario»
Respecto al intento de romper el bloqueo naval de la Franja de Gaza para el traslado de ayuda humanitaria, fuentes diplomáticas israelíes insisten en el mensaje de las últimas semanas: «El interés de la flotilla no era humanitario. Todo esto se hubiera podido evitar si la organización de la flotilla hubiese aceptado las peticiones de enviar la ayuda a través de diferentes países para que lleguen a Gaza por los conductos formales y habituales como por ejemplo ha hecho el Gobierno de España».
Sánchez, que la semana pasada envió un buque «por si fuera necesario asistir a la flotilla y realizar algún rescate», aseguró el jueves que España garantizará «la protección diplomática y la protección de los derechos que puedan ser menoscabados por la acción del Gobierno israelí». En respuesta al asalto de la flotilla, añadió que, una vez los activistas vuelvan, «estudiará cualquier tipo de acción».
Si el capítulo de la Global Sumud Flotilla ya acabó, al menos en el mar, a la espera de la llegada de nuevas embarcaciones en los próximos meses, la crisis entre España e Israel parece no tener fin. El Gobierno español anunció este jueves la convocatoria de la encargada de negocios y máxima representante israelí en España, Dana Erlich, para reclamar la liberación inmediata de los activistas y recordar que son «ciudadanos pacíficos». Por otro lado, Albares señaló hace un mes que no hay «fecha de vuelta» a Tel Aviv de la embajadora española, Ana Sálomon Pérez.
Ya abriendo el foco desde el Mediterráneo hasta la Casa Blanca, en Israel creen que «la iniciativa de la Flotilla no es productiva y puede dañar iniciativas positivas como la del plan del presidente Trump para una tregua».
Con el abordaje del barco Marinette, la unidad Shayetet 13 de la Fuerza Naval cerró este viernes una misión de menos de 48 horas en la que abordó las embarcaciones alegando «defensa del bloqueo naval legal».
Dean Elsdunne, portavoz de la policía israelí, realizó un video en una de las embarcaciones más grandes para denunciar que no encontraron «toda esta ayuda que supuestamente debían llegar a Gaza». «Israel interceptó ilegalmente las 42 embarcaciones, cada una de las cuales transportaba ayuda humanitaria, voluntarios y la determinación de romper el cerco ilegal de Israel sobre Gaza», señalaron los activistas en Telegram.
Tras el puerto de la ciudad israelí de Ashdod, la primera estación en tierra, los participantes de la Flotilla fueron enviados al centro de reclusión en Ketziot donde les esperaban empleados del servicio de fronteras y migración y el servicio consular de decenas de países, incluido el cónsul español en Tel Aviv.
Dos opciones aguardaban a los activistas propalestinos en Ketziot, situado en el desierto del Negev. En primer lugar, la firma de un documento para la expulsión rápida. Si lo rechazan, la espera de la orden judicial para su deportación.