Publicado: octubre 4, 2025, 8:07 am
«Pagos percibidos del PSOE sin respaldo documental». Así es como bautiza la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil el primer rastro de sobresueldos en negro en la política española desde que hace ya casi 13 años EL MUNDO destapara cómo durante décadas la plana mayor del PP acudió a recibir en mano de los ex tesoreros Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas sobres con dinero efectivo que complementaban generosamente sus emolumentos oficiales.
Aquella información incubó la gran tormenta que desalojaría a Mariano Rajoy años después y desembocó en la moción de censura con la que Pedro Sánchez -y José Luis Ábalos– adquirieron el firme compromiso ante los españoles de que nada parecido iba a volver a ocurrir.
El reciente hallazgo de la Guardia Civil, plasmado en un apartado independiente del informe patrimonial del ex ministro de Transportes, todavía se encuentra en un estado embrionario y muy alejado de los millones de euros que contabilizó y anotó Bárcenas en sus célebres papeles. Apenas un nubarrón de esos que con el tiempo, quién sabe, desembocan en una borrasca incontrolable.
Uno de los sobres con dinero para la trama, en una fotografía hallada por la Guardia Civil en los mensajes.E. M
Pero las evidencias que ya se encuentran sobre la mesa del Tribunal Supremo son suficientemente burdas e incontrovertibles como para que el Instituto Armado haya dejado constancia, tras desbrozar decenas de mensajes y grabaciones entre los principales protagonistas de la trama Koldo, sin interponer ya condicionales ni supuestos, de la existencia de desplazamientos a la sede de Ferraz para recoger dinero en efectivo que excedía en mucho del rutinario cobro de gastos personales.
Se trata, abunda la UCO, de una «falta de concordancia que resulta especialmente relevante en la medida que apunta a la existencia de una fuente de ingresos no declarados y que no se trataría de un hecho aislado». Esto es, en esencia y a falta de comprobar la magnitud que subyace tras estos inquietantes indicios, lo mismo que ocurría en aquel despacho de Génova en el que Álvarez Cascos decía que figuraba en su mente «un cráneo y dos tibias» cuando llamaba a la puerta.
Imagen de un fragmento de la hoja manuscrita de los asientos contables del ‘caso Bárcenas’.EL MUNDO
La Guardia Civil resalta que Koldo García aludía a estos sobresueldos con su ex mujer, refiriéndose a cantidades que luego «no aparecen reflejadas en la documental aportada por el PSOE». «No han sido documentados por el partido» estos pagos, inciden los investigadores, que despejan cualquier incógnita sobre la naturaleza de los mismos y ponen en valor la nomenclatura empleada por los investigados para referirse a los fajos de dinero en metálico.
Identificaban el dinero como «chistorras, lechugas, soles o folios» para despistar a los no iniciados ante una eventual investigación. Especialmente elocuente es la conversación matrimonial en la que Koldo le confiesa en la intimidad a su entonces esposa que «por el cargo que desempeñaba recibía mensualmente uno o dos billetes de 500 euros, denominados en lenguaje convenido como ‘chistorra’».
Abunda el informe en detalles aparentemente insignificantes pero tan elocuentes como que las cuentas del PSOE con Koldo y Ábalos siempre dejaban de cuadrar en favor de ambos. En junio de 2019 el partido liquidó oficialmente 321,29 euros a Ábalos mientras que en el sobre con membrete de la formación progresista figuraban 826,73 euros. «La diferencia asciende a 505,44 euros, circunstancia llamativa», se sorprenden los agentes al exhibir este otro botón de muestra.
El entorno de Koldo ha admitido durante los últimos meses en privado que al ex ministro se le compensaba desde el partido con gastos inflados por su gran dedicación a la formación al tiempo que se desvivía en la cartera de Fomento. Los allegados a Santos Cerdán, lejos de negar la mayor, admiten que hubo un momento en que quien fuera la mano derecha del presidente tuvo que poner coto al desmadre y le llegó a decir a Koldo que se acabó lo que se daba. Esto es, que sólo le reembolsaría lo que pagara con alguna tarjeta de crédito ante el riesgo de que aquello fuera a mayores.
Y el PSOE mantiene de cara al exterior, algo parecido a lo que en su día dijo el Partido Popular de quienes se atrevieron a publicar la existencia de una contabilidad paralela. «Es un caso de corrupción periodística», dijo de este periódico con los sobresueldos de Bárcenas el equipo de opinión sincronizada de la época, sustituido ahora por el que enarbola la bandera de los bulos y la fachosfera.
Bárcenas dijo con la primera información publicada por EL MUNDO y los papeles desvelados por El País varias semanas después, que todo era un burdo montaje y que ni siquiera era su letra. Negociaba, mientras, un acuerdo con el Partido Popular que se frustró meses después. Entonces se desataron todos los infiernos, reconoció todo, aportó todo lujo de detalles ante la Audiencia Nacional y desplegó ante los ojos de éste periódico un gran cuadro de Excel con la relación completa de los sobresueldos.
Hace apenas unas horas hemos pasado por un punto similar al presentar Ábalos un durísimo recurso en el que califica al Supremo con el Tribunal de la Inquisición y a la UCO con un organismo que «ve casas donde no las hay» y «confunde pesos colombianos con dólares americanos». Cerdán dice que a Koldo le instalaron Pegasus en su móvil y que la voz de las cintas no es suya.
Las cajas de puros habanos con doble fondo que degustaba Rajoy mientras leía Marca han devenido en vulgares chistorras y lechugas. Pero el guión de esta nueva película, más de Santiago Segura que de aquella magistral ‘B’ de David Ilundain y Pedro Casablanc haciendo de tesorero, ya lo conocemos. Lo que ocurre cuando se rompen los primeros pactos bajo mano, la Fiscalía Anticorrupción se desmadra, afloran los primeros mensajes de móvil diciendo que «Luis sea fuerte» y «cuánto te he echado de menos, José Luis», y se proyecta con nitidez la misma sombra de siempre anunciando que ya queda poco para terminar.