Publicado: octubre 2, 2025, 8:07 pm
Desde la Isla de la Toja, convertida ya en el símbolo de la reflexión, el diálogo y el respeto, un grupo de españoles que se reúnen una vez al año presididos por el Rey, claman cada primero del mes de octubre contra del radicalismo y el griterío inútil de la conversación pública. El puente que conduce a La Toja es aquel que todos los participantes en el Foro reivindican como símbolo de superación de las divisiones y de unidad de dos polos separados por la geografía o la ideología. Los responsables del Foro La Toja han abierto la séptima edición con un acto simbólico de homenaje a los constituyentes que tuvo el aroma de la añoranza. Felipe VI ha entregado el premio Josep Piqué a los dos supervivientes del grupo de ponentes de la Constitución.
Miguel Herrero y Miquel Roca se han llevado una gran ovación hablando de consenso, acuerdo, concordia, mutuo aprecio, respeto y proyectos comunes. En su discurso, el Rey ha hecho un elogio de ambos ponentes, citando sus propias palabras. «La democracia es pacto, es voluntad de acordar, es construir con y desde la diversidad». Felipe VI ha elogiado el «espíritu de concordia» de los redactores de la Constitución «sin el cual nunca hubiera visto la luz ni habría alcanzado su prolongada vigencia». «No hay concordia sin el mutuo aprecio y sin una civilizadora y civilizada amistad».
El Rey, en línea con su importante intervención ante la ONU sobre la masacre israelí en Gaza, ha defendido que, «cuando el claroscuro amenaza con prolongarse y la incertidumbre gana terreno, la exigencia de nuestro tiempo no es renunciar al multilateralismo, sino repensarlo, reforzarlo y adaptarlo a un mundo en transformación», ha reconocido que la ONU «está sometida a una intensa campaña de descrédito», y ha rechazado la idea de que los valores que inspiraron el multilateralismo sean «una debilidad en tiempos inciertos». «Ni la radicalidad ni la división aportan soluciones, como tampoco lo hace un liderazgo que se queda en retórica».
En sus palabras de agradecimiento por el premio, los políticos Miquel Roca y Miguel Herrero han dejado titulares bastante distintos de los que están de moda en la política de las redes sociales, que es la de ahora. «La Constitución es más garantía que problema, la Constitución añora el diálogo y el consenso que la hizo posible», ha dicho Roca. «Soy cojo, pero la Constitución no está coja», ha manifestado Miguel Herrero, que ha mostrado «especial respeto y cordial amistad» hacia el catalán Miquel Roca, a pesar de sus diferencias ideológicas.
Todos los intervinientes en la primera jornada del VII Foro de La Toja han lanzado un mensaje de «no nos resignamos» a la bronca permanente, la falta de consensos básicos y el tono grosero de los debates políticos. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha reconocido que «no es fácil construir consensos», aunque ha confiado que la luz de La Toja sea capaz de llegar a «muchos sitios».
El ex presidente Mariano Rajoy, uno de los mayores impulsores del Foro La Toja, ha abogado por rechazar todo tipo de extremos, «también la extrema estupidez». En una conversación con el ex presidente mexicano Ernesto Zedillo, Rajoy ha criticado los populismos y a los «adanistas», pero también se ha censurado abiertamente a sí mismo usando su célebre ironía por haber impulsado las primarias para elegir a su sucesor al frente del PP. «Yo creé las primarias, y después escribí un libro para criticar al idiota que lo hizo».
Rajoy ha defendido también el bipartidismo y ha rechazado el «debate en el barro». El presidente del Foro, Amancio López Seijas, ha abierto los debates defendiendo el «espíritu» de la isla gallega en defensa del acuerdo, la convivencia, el diálogo y el «milagro» del consenso que superó conflictos históricos y supo alumbrar la Constitución.