Publicado: octubre 1, 2025, 4:07 pm

Podemos tumbó el pacto migratorio entre el PSOE y Junts hace una semana en en el Congreso y ahora amenaza con repetir el mismo desenlace con la Ley de Movilidad Sostenible en el próximo Pleno. Números tiene para hacerlo y con esa gran baza de presión Ione Belarra da un ultimátum al Gobierno. Exige a cambio de sus votos la paralización de las ampliaciones del aeropuerto de El Prat en Barcelona y del Puerto de Valencia, que son dos de los grandes proyectos de infraestructuras de transportes impulsados por el Ejecutivo.
De la aprobación de esta ley depende la entrega a España de 10.000 millones de euros de fondos europeos. Por tanto, su relevancia es de primer orden.
«La Ley de Movilidad Sostenible no va a salir adelante si no se suspenden o paralizan esos grandes megaproyectos, esos proyectos desarrollistas que son contrarios a la lucha contra la emergencia climática», ha asegurado la secretaria general de Podemos en una rueda de prensa en el Congreso.
«Sólo así se podrá contar con los votos de Podemos. Sólo así tendremos un verdadero compromiso como país en la lucha contra la emergencia climática», ha rematado Belarra.
La situación para el Gobierno vuelve a ser diabólica en el Congreso. Si Podemos une sus votos en contra a PP, Vox y UPN, la suma de sus escaños alcanza la mágica cifra de 175 diputados. Es decir, una mayoría suficiente para bloquear la ley y tirarla a la papelera. En el mejor de los casos, la mayoría parlamentaria liderada por PSOE y Sumar aspiraría a empatar esos 175 votos, pero cuando esto sucede y no se rompe el empate en la tercera votación, la iniciativa decae automáticamente y se da por rechazada. Por eso la posición de Podemos es de fuerza a pesar de tener cuatro diputados. Porque cuando se une a las derechas logra paralizar cualquier cosas que se proponga.
¿UPN salvando al Gobierno?
PP y Vox votaron en contra de la Ley de Movilidad Sostenible en la Comisión de Transportes. Por tanto, parece lógico que ambos mantengan la coherencia y repitan sentido del voto en el Pleno. La cuestión es qué sucede con UPN. El partido navarro no está presente en la comisión que ha tramitado la ley y, por tanto, su posición de rechazo no está en absoluto confirmada.
Por eso, la jugada del Gobierno sería buscar desesperadamente el voto a favor o la abstención del diputado navarro Alberto Catalá para rebajar el bloque en contra a los 174 diputados. UPN, que suele votar la gran mayoría de ocasiones con el PP, es imprescindible, así que se le ha presentado una oportunidad de oro para negociar. Tiene de margen para hacerlo hasta la próxima semana, cuando se debata y se vote en el Pleno.
Podemos mantiene la espadas en alto y se enroca en pedir al Gobierno que paralice esos proyectos estrella, a pesar de que es consciente de lo difícil que se antoja que ese escenario se dé. Su justificación para rechazar la ley es que es «una enorme hipocresía y una enorme incongruencia política» impulsar una Ley de Movilidad Sostenible cuando las políticas del Gobierno son «puro desarrollismo bipartidista». Algo que Belarra subraya que agrava la emergencia climática.
De ahí que la líder de Podemos señale que la ley «va a ser papel mojado» cuando el Ejecutivo hace lo contrario con sus planes de expansión en el aeropuerto de El Prat o en el Puerto de Valencia, pues generarían mucho más tráfico y mayor impacto climático.
Además, Belarra denuncia que esta manera de actuar nutre de «contratos milmillonarios» a grandes empresas constructoras «que después acaban siempre en gravísimos casos de corrupción». Pone de ejemplo a Acciona, de la que considera que es «inaudito» que desarrolle proyectos cuando está inmersa «en un grave caso de corrupción en el seno del PSOE».