Publicado: octubre 1, 2025, 12:07 pm

«Nos parece muy bien que se saque adelante esta iniciativa». Con esta rotundidad se ha referido la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán, a la medida aprobada ayer en el ayuntamiento de Madrid que obligará a informar sobre el «síndrome post aborto» en los centros de salud y de servicios sociales y en los espacios de igualdad de la ciudad. El texto, aprobado en el consistorio de la capital gracias a los votos del PP, era una iniciativa del grupo municipal de Vox en Madrid que el partido de Santiago Abascal no solo secunda, sino que defiende. «Los poderes públicos tienen que velar por ese derecho fundamental a la vida», ha afirmado Millán este miércoles.
La portavoz parlamentaria del partido, sin embargo, no ha aclarado de dónde salen los datos que maneja Vox para hablar de «síndrome post aborto». «Les remito a las intervenciones de nuestros portavoces en el ayuntamiento de Madrid», se ha limitado a decir Millán. Pero allí, la concejala de Vox encargada de defender la iniciativa, Carla Toscano, tampoco señaló de qué fuentes provenían las cifras que expuso para defender el texto.
«Las mujeres que abortan tienen un 70% más de probabilidades de romper con su pareja, un 60% más de probabilidades de morir al año siguiente del aborto y una tasa de suicidio siete veces más altas de las que no han abortado», defendió Toscano, sin especificar los organismos de los que extrajo esos datos. En estos y otros diagnósticos sanitarios se basó para hablar de «síndrome post aborto», que según dijo «se da en el 91% de los casos». Pero la ministra de Sanidad, Mónica García, tildó esta afección de «presunta».
«Es un síndrome que no existe, que no existe como un diagnóstico clínico», ha defendido este miércoles la responsable de esta cartera, que además ha señalado que «no hay evidencia científica que respalde las afirmaciones» de Toscano. «PP y Vox, ya indistinguibles, aprueban en Madrid la difusión obligatoria de mensajes falsos sobre un supuesto ‘síndrome post aborto’ con mucha ideología y poca ciencia», escribió la responsable de esta cartera en su cuenta de X ya ayer, y añadió: «Los problemas de salud mental están más vinculados a un embarazo no deseado que a su interrupción».
La ministra ha anunciado este miércoles que su departamento «estudiará jurídicamente la legalidad» de la medida aprobada por PP y Vox en Madrid. García ha cargado también contra los populares por dar el visto bueno al texto de los de Abascal, y estos han justificado su apoyo a la medida bajo el argumento de que «la información nunca es un problema». «Quien tiene que explicar por qué le parece un problema la información es quien está en contra de que las mujeres estemos informadas», se ha limitado a afirmar la portavoz parlamentaria del PP, Ester Muñoz.
La defensa del «derecho a la vida» frente al aborto es una bandera tradicional del partido de Abascal. «Los poderes públicos tienen que estar para facilitar la vida a todas esas mujeres y a todos esos españoles que quieren sacar adelante su proyecto de vida», ha insistido este miércoles Millán, que se ha mostrado en contra de que cuando una mujer embarazada tiene dificultades económicas, familiares o sociales, «la única puerta que se le muestre por parte de los poderes públicos sea la del aborto».
«Lo que no puede ser es esta promoción de la cultura de la muerte, que a lo que lleva es a situaciones indeseables», ha enfatizado. En los últimos días, a cuenta de la página web que ha lanzado el Ministerio de Sanidad «con información, orientación y acompañamiento para ejercer el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo», varios dirigentes de Vox ya venían agitando sus tesis en «defensa de la vida». «Un Gobierno que promociona la muerte y castiga a las familias que quieren salir adelante, es el suicidio de una nación patrocinado por el mal más absoluto y la frivolidad más aterradora», escribió en X la propia Millán.