Publicado: septiembre 27, 2025, 12:07 pm

Sumar pone en marcha la maquinaria para coser una gran alianza social para encarar las próximas elecciones generales y también para empujar en el ahora al Gobierno de coalición para ir a la «ofensiva» en lo que resta de legislatura, y así exprimir los dos años que en principio quedan, apelando a un planteamiento más ambicioso en lo social que permita recomponer la confianza de la ciudadanía en el Ejecutivo.
En una reunión este sábado de la dirección de Movimiento Sumar, el partido de Yolanda Díaz, la coordinadora de la formación, Lara Hernández, ha anunciado para este objetivo la convocatoria de un «Encuentro Social». Un proceso que tendrá como fin aunar al espacio político de la izquierda alternativa y a la sociedad civil en una estrategia alineada para convertir la «fuerza» de los sindicatos, ecologistas, feministas, movimientos por la vivienda o asociaciones antirracistas en «potencia política y en una nueva oportunidad para seguir avanzando».
El objetivo es ser determinantes en el final de la legislatura, cuando el Gobierno se juega remontar las encuestas para sobrevivir. E impulsar un proyecto de país para el próximo ciclo electoral, que trae un carrusel de citas con las urnas que arranca con los comicios de Castilla y León el 15 de marzo, que seguirá con los de Andalucía y que llevará en 2027 hasta las elecciones autonómicas y municipales y, si no hay un adelanto, las generales. La izquierda alternativa asume en este ciclo como gran desafío el no presentarse fracturada en dos candidaturas que hagan prácticamente imposible reeditar el Ejecutivo de coalición con el PSOE. Para lo que necesitaría que Podemos firmara la paz. Un escenario que hoy se antoja realmente complicado.
Este anunciado «encuentro social» que lanza ahora Movimiento Sumar es el primer gran movimiento de Yolanda Díaz para preparar ese futuro. Se trata, en realidad, de un nuevo «proceso de escucha». Una evolución adaptada al momento del mecanismo que la vicepresidenta segunda del Gobierno impulsó en 2022 para preparar su candidatura antes de confirmar en Magariños que se presentaba a las elecciones. Lo que pasa es que ahora ese papel será compartido con el conjunto del partido y no lo llevaría ella en exclusiva como sí pasó entre 2022 y 2023.
Díaz recorrió entonces el país para pulsar y levantar los ánimos de los votantes, enhebrar acuerdos con movimientos de la sociedad civil y reconstruir los puentes con las fuerzas políticas de izquierdas que rompieron con Podemos con la misión de alumbrar una coalición como Sumar que al final enroló en el proyecto a una quincena de organizaciones. Fueron actos en los que Díaz pudo asimismo cargarse de legitimidad y quitarse el estigma de que Pablo Iglesias la designara a dedo, y no por primarias, como la candidata de este espacio sin su consentimiento.
Al igual que aquello resultó el punto de partida de lo que luego fue Sumar, este «encuentro social» se diseña con la misma música para hacer lo propio para 2027. Quiere ser el lugar de encuentro con la «sociedad civil progresista» para impulsar una agenda compartida tanto a nivel político como en las calles, donde haya movilización.
«Un encuentro común que sea un proceso colectivo entre iguales, levantado por todos, que queremos poner en marcha en lo concreto junto a nuestras fuerzas políticas hermanas y junto a los actores de la sociedad civil que trabajan todos los días para hacer nuestro país más justo y democrático», ha explicado Hernández ante el Grupo Coordinador de Movimiento Sumar, reunido en Madrid, con Yolanda Díaz presente.
Un ejemplo práctico de la conexión que se busca es la movilización social por Palestina, que ha servido a Sumar para apretar dentro del Gobierno para tomar medidas contundentes. Protestas que al final empujaron a Pedro Sánchez a anunciarlas. Esto sería una plasmación de lo que pretende hacer ahora desde Movimiento Sumar en su contacto con las organizaciones sociales: presionar al Gobierno desde las calles en favor de un mayor despliegue de la agenda social.
Otro ejemplo reciente está en los sindicatos CCOO y UGT, a los que Díaz interpela para su cruzada en favor de la reducción de la jornada laboral. Sumar está estimulando que ejerzan presión sobre el PP, Junts y el PSOE. Se trata de no agachar la cabeza tras la derrota en el Congreso sino de convertirla en una fuente de movilización para ganar a la segunda.
Este nuevo proceso de escucha bautizado ahora como «encuentro social» se concretará en reuniones, actividades, acciones, espacios y en todo tipo de iniciativas que permitan coser «una gran alianza por un futuro democrático y progresista» para España. Es decir, que surge con un vocación eminentemente movilizadora para despertar a un electorado que, a tenor de las encuestas, parece desconectado y que Sumar necesita reactivarlo como sea.
El «encuentro social» fija sus objetivos en nutrir la acción política de Sumar en la segunda mitad de legislatura pero también servirá para la construcción de las bases de un programa común para abordar el próximo ciclo electoral.
¿Yolanda Díaz candidata?
¿Estos movimientos apuntan que Yolanda Díaz repetirá como candidata? La pregunta del millón en el espacio político sigue sin una respuesta. Ella mantiene ahora mismo que no está en esas cosas para esquivar la cuestión. Tampoco los dirigentes de su partido dan pistas. No obstante, que Movimiento Sumar coja este camino significa que quiere tomar la iniciativa política en la preparación de ese futuro electoral. Y eso es algo que, sin que exista una figura alternativa dentro de la formación, fija las miradas en la vicepresidenta segunda como una opción preferente.
Hasta ahora, sólo Izquierda Unida había dado pasos concretos para movilizar el espacio y preparar el terreno para una candidatura de unidad. Hace más de un año el líder de IU, Antonio Maíllo, lanzó Convocatoria por la Democracia, que era un camino de encuentro al margen de Sumar para involucrar a los sectores progresistas en la construcción de un nuevo proyecto.
En su presentación, el dirigente lo justificó ese proyecto como «un cambio y una inflexión en el estado de ánimo de una izquierda que puede estar en shock o acobardada». Este proceso dio pie a numerosas reuniones y encuentro a lo largo de todo el país.
La reconexión con la sociedad civil se antoja, pues, como una prioridad absoluta en las organizaciones de la izquierda alternativa de cara a las próximas elecciones, pero lo crucial será cuando éstas se sienten de verdad a negociar una candidatura de unidad. Que es la gran preocupación por el impacto que tendría en el resultado si hay dos candidaturas enfrentadas, con un Podemos por libre.
Siempre ha habido contactos y conversaciones informales, sin embargo, de momento nada ha servido para lograr un acercamiento con Podemos. La formación que lidera Ione Belarra ha nombrado candidata a Irene Montero y sigue su propio camino. Como se está viendo en Andalucía, donde se ha salido de la alianza Por Andalucía, en la que a día de hoy hace política en el Parlamento autonómico pero con la que parece que se enfrentará en las urnas. Un hito que marcaría un camino para 2027.