Publicado: septiembre 24, 2025, 5:24 pm
Con solo 17 años, Boris Becker puso el mundo del tenis patas arriba al levantar su primer título de Grand Slam en Wimbledon. Un precoz triunfo sobre el que ha reflexionado ahora, haciendo un repaso de su carrera deportiva y de su etapa en prisión, desde donde vivió la final del Grand Slam londinense entre Djokovic y Kyrgios: «Me puso en perspectiva al ver que Novak estaba ahí y yo en una de las peores prisiones del mundo«.
«Estás tratando de madurar y de encontrar tu sitio en el mundo. Después de ganar, hagas lo que hagas, vayas donde vayas, con quien hables, se convierte en una sensación mundial y ocupa los titulares de los periódicos más importantes», ha expresado en una entrevista en BBC Sport, en la que recuerda que «si piensas en cualquier otro niño prodigio, normalmente no llegan a los 50 años debido a las adversidades y dificultades que les sobrevienen después».
En este sentido, el extenista alemán ha valorado que, «cuando empiezas una segunda carrera, todo se mide por este éxito de ganar Wimbledon a los 17», por lo que considera que «eso cambió el camino que tenía por delante». «Estoy feliz de haber ganado tres, pero tal vez 17 era demasiado joven. Todavía era un niño«, concluye el campeón olímpico en Barcelona 92′.
El alemán tenía 17 años, siete meses y 15 días cuando derrotó a Kevin Curren en 1985, convirtiéndose en el campeón más joven de la historia del torneo en categoría masculina. Además, durante su carrera ganó otros cinco Grand Slam, incluidos dos más en Wimbledon.
Su victoria en el All England antes de cumplir la mayoría de edad no fue lo único de lo que habló el exjugador, que se refirió a su paso por la cárcel durante ocho meses tras ser condenado en Londres a dos años y medio de prisión por ocultar activos y préstamos por valor de 2,5 millones de libras para evadir deudas.
Desde prisión vio el triunfo en Wimbledon de Djokovic, de quien fue entrenador entre 2013 y 2016, ayudando al serbio a ganar seis de sus 24 ‘Grandes’. «Yo estaba apoyando a Djokovic y vi cuando ganó contra Nick Kyrgios. Fue muy inspirador y emocional para mí. Me puso en perspectiva al ver que Novak estaba ahí y yo en una de las peores prisiones del mundo«, confesó.
«Estaba demasiado cómodo y tenía demasiado dinero. Nadie me dijo ‘no’. Todo era posible. En retrospectiva, esa es la receta para el desastre», añadió Becker, que fue deportado del Reino Unido tras su liberación.
Becker fue campeón de tres ediciones de Wimbledon (1985, 1986 y 1989), dos del Open de Australia (1991 y 1996) y una del US Open (1989); además, conquistó la Copa Davis con Alemania en dos ocasiones, 1988 y 1989; y en 1991 ocupó durante varias semanas el número 1 del ránking ATP.