Publicado: septiembre 19, 2025, 2:07 am
Antonio Morales, bombero jubilado, circulaba con su bicicleta por La Vereda del Reino. La vía, asfaltada, de unos tres kilómetros de longitud y jalonada de casas a uno y otro lado, es una curiosidad geográfica. Uno de sus márgenes pertenece a Alicante, a la Comunidad Valenciana por tanto; el otro está en Murcia. La parte murciana, por ejemplo, tiene acera; la valenciana no.
Antonio salió con su bicicleta la mañana del 10 de septiembre desde su casa en Puerto Tocino (Murcia). Al día siguiente cumplía 74 años. En el trayecto de ida pedaleó La Vereda del Reino por su comunidad. En el de vuelta, cuando tuvo el accidente, circulaba por el otro margen, el valenciano.
«Cogió un bache muy pronunciado, perdió el control de la bicicleta y se estrelló contra un poste de la luz que estaba protegido con una viga de hierro; se dio en el hombro y en el tórax», cuenta a mediodía del jueves su hijo mayor, también de nombre Antonio. Él y su hermano, Raúl, acaban de estar en el hospital y en la sede del 112, recopilando las pruebas para presentar una demanda penal por la muerte de su padre.
En base a lo indagado hasta ahora, han hecho una primera reconstrucción de lo sucedido. A las 10.00 horas, una señora mayor que caminaba por la zona con una andador vio el porrazo y alertó a una empresa cercana, donde la atendió una mujer. Ella llamó al 112. «No sabe si habló con el 112 de Murcia o de Valencia. Comunicó que un señor había tenido un accidente, que tenía un fuerte dolor en el costado, que le costaba respirar, que se estaba mareando, que enviara una ambulancia con urgencia. El 112 le dijo que se le iba a enviar una ambulancia de Orihuela [en Alicante, a unos 10 kilómetros del lugar del accidente]. Ella le dijo que, por favor, que se la enviara de Beniel [en Murcia, a sólo dos kilómetros], que desde allí tardaría tres minutos. La respuesta fue: ‘De eso se encarga Sanidad’. La chica incluso, pensando que la llamada estaba geolocalizada, se fue al otro lado de la carretera y dijo: ‘Estoy en Murcia, por favor manda la ambulancia de Beniel'», cuenta Antonio.
Se tardó, aseguran los hijos, 33 minutos en asignarle ambulancia a su padre, y un total de 47 hasta que llegó donde se encontraba, ya que se perdió en el camino y tuvo que ir a buscarla la policía local. «Como mi padre cayó en la linde, en una vereda que ni saben a quién corresponden las competencias, parece ser que tardaron media hora en asignarle la furgoneta», dice Antonio en referencia a la ambulancia. «La llamo la furgoneta porque era una ambulancia de traslado, sin personal médico ni nada, sólo un auxiliar de clínica y el chófer. A mi padre, con un posible neumotórax -estamos esperando la autopsia, lo tuvieron que coger a peso y echarlo en la ambulancia, lo que creemos que le pudo agravarlo», explica.
La carretera donde se produjo el accidente divide la Comunidad Valenciana y Murcia.
Al hospital Vega Baja de Orihuela, le han explicado, llegó el accidentado a las 11.10 horas, 70 minutos después del aviso al 112. «Según la versión del médico, lo bajan y, cuando lo van a trasladar, sufre una parada y fallece. Para nuestra sorpresa, en el parte de defunción pone que falleció a las 12.30″.
Para aclarar este descuadre, han pedido al hospital la grabación de las cámaras de seguridad. También han solicitado al 112 el contenido de la llamada de auxilio. «Parece ser que la llamada saltó automáticamente al 112 de Murcia y que ellos la derivaron a Valencia. Estamos esperando a que nos lo confirmen cuando tengamos la reunión con el director».
La misma tarde del 10 de septiembre Antonio y su hermano Raúl se pusieron a investigar lo sucedido. Grabaron un vídeo recorriendo el trayecto en coche desde el centro de emergencias de Beniel, donde había dos ambulancias, hasta el lugar del accidente. Tardan cuatro minutos en recorrer el trayecto. «Con un coche delante y sin correr», dicen. «Estaba aquí al lado y lo tuvieron como un perro tirado 50 minutos en el suelo», se oye decir a uno de los hijos.
La misma tarde también se dirigieron al Instituto Cartográfico de la Comunidad Valenciana para ver dónde estaba la frontera exactamente. Para su sorpresa, la línea se encuentra un poco más escorada a la derecha de lo que se pensaba, de modo que Antonio cayó en Murcia y no en Alicante. «Mi padre estaba en su comunidad, cayó en su comunidad y no lo atendió su comunidad», denuncia el hijo. «E independientemente de eso tanto una comunidad como la otra tenían el deber de enviarle el recurso más próximo», dice citando los convenios de emergencias sanitarias de Murcia y Comunidad Valenciana. «En ambos convenios prima la inmediatez y, luego, si a quien le atiende no le corresponde le pasa la factura al otro».
«Mi padre ha estado casi 40 años al servicio de los ciudadanos, siendo persona ejemplar y reconocido por el Ayuntamiento de Murcia cuando se jubiló. Él confió en el sistema porque había formado parte de él», ensalza su trabajo como bombero. «Perderlo por una cadena de negligencias duele mucho», concluye.