Publicado: junio 17, 2025, 11:22 am
«Voy a retirar todos los comentarios sobre los cortes en el brazo de la condesa Zaria. Me parece increíblemente valiente por su parte mostrarlos abiertamente, y es evidente que su familia lo sabe. No necesita [leer estos] comentarios negativos ni todas esas críticas. Vamos a demostrarle nuestra amabilidad y respeto». Esas son las palabras que desde la administración de una cuenta fan de la realeza de Países Bajos se han incluido en una de sus últimas publicaciones sobre un reciente evento al que acudió Zaria de Orange-Nassau en un día, además, más que importante para ella: su puesta de largo.
La condesa Zaria pertenece a la familia real neerlandesa, si bien su nombre no es tan conocido como el del resto de sus miembros, sobre todo de sus tíos, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima de Países Bajos, ni de sus primas, las princesas Amalia, heredera al trono, Alexia o Ariane de Holanda. De hecho, ha llevado siempre, como su hermana mayor, la también condesa Luana de Orange-Nassau, una vida alejada del foco mediático y de las páginas de papel couché, seguramente por decisión materna.
Pero su aparición pública, a punto de cumplir 19 años, ha despertado los comentarios en redes acerca de los evidentes signos de autolesión que presentaba en su brazo izquierdo, varias marcas de cortes que difícilmente pueden ser fruto de un accidente, dado que su disposición deja entrever que han sido hechos a propósito así como que no los presenta por ninguna otra zona del cuerpo, el cual su vestido rojo dejaba bastante a la vista.
Este pasado fin de semana la joven ha acompañado a su madre, la princesa Mabel, a la cena benéfica en el Het Dinner Ámsterdam, una gala para personalidades de alto nivel social que se celebra cada año en la capital neerlandesa y cuyo objetivo es el de recaudar fondos para la lucha contra el VIH y la investigación de la enfermedad, así como para apoyar a quienes ya han de convivir con dicho síndrome.
La princesa Mabel también iba conjuntada con su hija en el color elegido para su atuendo, por ser de dicho color rojo el emblema, un lazo, que representa la solidaridad con las personas que tienen VIH/SIDA, así como la sensibilización sobre la enfermedad. No pudo asistir al acto la mayor de las hermanas, Luana, quien hoy por hoy se encuentra todavía cursando sus estudios la universidad escocesa de St. Andrew’s —la cual es, curiosamente, en la que se conocieron el príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton—.
Las tres han sido siempre una piña y habían permanecido unidas, aunque con la mayoría de edad de ambas ya es más común que no aparezcan juntas. De ahí que se haya hablado sobre su valentía a la hora de no ocultarlos, sino de aceptarlos y, de paso, generar una conversación en torno a la salud mental y a la concienciación sobre cómo puede llegar a afectar a alguien continuamente expuesto al ojo público una tragedia como la que Zaria hubo de vivir cuando era mucho más joven, amén de que ni siquiera su madre estuvo exenta de controversia nada más comenzar su relación.
Zaria de Orange-Nassau nació en Londres, el 18 de junio de 2006. El matrimonio de sus padres, el príncipe Friso, hijo de Beatriz de Holanda y hermano del actual rey, y Mabel Martine Wisse Smit, estaba ya más que consolidado y alejado de las polémicas de sus comienzos, porque la anterior relación de Mabel había sido con Klaas Bruinsma, un gángster, lo que provocó todo un debate político y social. De hecho, la boda se celebró sin el consentimiento del gobierno ni del parlamento, por lo que el príncipe Friso renunciaba a sus derechos sucesorios —o a su título— y razón por la que Luana y Zaria no aparecen en la línea de sucesión al trono neerlandés.
La tragedia
Todo se truncó el 17 de febrero de 2012. Aquel día, cuando la joven apenas si tenía cinco años y su hermana mayor estaba a punto de cumplir siete, el hermano del actual monarca sufrió un accidente de esquí en la estación de Lech, siendo enterrado por un alud durante más de un cuarto de hora, lo que le acabaría provocando un daño cerebral irreversible. Tras pasar más de año y medio en coma, el 12 de agosto de 2013 fallecía de forma natural en el hospital de Países Bajos al que le habían trasladado.
Aquella tragedia sin duda alguna afectó, y mucho, a las desde entonces dos huérfanas. Su viuda, la princesa Mabel, se volcó con sus hijas, ayudada sobre todo por la princesa Beatriz de los Países Bajos, quien en abril de aquel año había abdicado en favor de Guillermo Alejandro, entre otras cosas por la pena de haber perdido a su hijo. De ahí que prefiriese, y así lo sigue haciendo, dedicar su tiempo a estar con todas sus nietas, aunque tiene un vínculo especial con Luana y Zaria por motivos obvios. Además, fue de los pocos apoyos de Mabel, razón por la que guardan una especial relación.
Se desconoce, por ahora, qué camino decidirá tomar Zaria para su futuro. En la gala benéfica estuvo acompañada también por otra de sus primas, Eloise de Orange-Nassau, la primogénita de Constantino y Laurentien, quien se está convirtiendo poco a poco en una de las mayores influencers del país, con casi medio millón de followers. De seguir sus pasos, quizá sea alguien que hable públicamente de lo que ha significado para ella crecer bajo la mirada pública con tal tragedia a sus espaldas desde tan joven.
