Publicado: mayo 22, 2025, 9:23 am
Las dos personas asesinadas la madrugada de este jueves en el Museo JudÃo de Washington por un hombre al grito de «¡Palestina libre!» son Yaron Lischinsky, de 28 años, y su pareja, Sarah Milgrim, ambos trabajadores de la Embajada de Israel en la ciudad estadounidense.
Según ha explicado el embajador de Israel en el paÃs, Yechiel Leiter, tenÃan pensado comprometerse: «Él ya tenÃa el anillo y le iba a pedir matrimonio la semana que viene en Jerusalén. Era una pareja maravillosa», ha lamentado en rueda de prensa.
Yaron y Sarah habÃan acudido al Museo JudÃo de la capital de Estados Unidos para participar en un encuentro entre jóvenes profesionales judÃos y la comunidad diplomática. Cuando salieron, ElÃas RodrÃguez, un joven de 30 años natural de Chicago que fue detenido en el acto, les disparó a quemarropa.
Según los primeros datos que han trascendido de la pareja, Yaron trabajaba en el departamento polÃtico de la embajada. TenÃa un máster en Gobierno, Diplomacia y Estrategia de la Universidad Reichman, y una licenciatura en Relaciones Internacionales por la Universidad Hebrea de Jerusalén.
En su perfil de LinkedIn, el joven de 28 años decÃa ser «un firme creyente en la visión de los Acuerdos de Abraham (2020)» y creÃa que «ampliar el cÃrculo de paz» con sus «vecinos árabes» es «lo mejor para Israel y todo Oriente Medio». Hasta el momento, no se conocen detalles del rol que jugaba Sarah en la legación.
«Todo el personal de la embajada está devastado por su asesinato. No hay palabras para expresar la profundidad de nuestro dolor y horror por esta pérdida devastadora», ha indicado la Embajada de Israel en Estados Unidos en un comunicado.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha calificado el asesinato como «un acto despreciable de odio y antisemitismo«. «Nuestros corazones están con los seres queridos de los asesinados y nuestras oraciones inmediatas están con los heridos», ha indicado Herzog, quien dice estar «devastado» por la noticia y ha asegurado que el «terror y el odio» no romperán el espÃritu del paÃs.