Publicado: julio 26, 2025, 6:23 pm
¿Qué tienes esos años? ¡No los aparentas! Si alguna vez has sido objeto de este piropo, puede que se deba a que tu edad biológica está a años luz de la que figura en tu DNI de España. Bromas aparte, la concordancia entre ambas cifras, en muchas ocasiones, no existe, tanto para bien como para mal. La idea es ir cumpliendo años, pero llenándolos de calidad de vida y buenos hábitos, para ralentizar el envejecimiento y sus consecuencias en la salud.
El envejecimiento es un proceso natural que no puede evitarse, pero lo que sí está en nuestra mano es cuidarnos lo mejor posible para seguir en forma el mayor tiempo posible. En este sentido, el psiconeuroinmunólogo Xevi Verdaguer pone el foco en la velocidad en la que somos capaces de subir las escaleras, con respecto al cálculo de nuestra edad biológica.
La forma en la que te mueves dice mucho de ti
El experto explica que la manera en la que nos movemos, la rapidez, los reflejos, la ausencia de dolores articulares… pueden darnos mucha información sobre nuestra edad biológica con respecto a la cronológica. «La velocidad es salud».
En concreto, hay un gesto que ‘nos delata’, y es el hecho de subir las escaleras más o menos deprisa, haciendo gala de una agilidad propia de las edades jóvenes. «El músculo es un órgano que tiene que ver con el sistema endocrino«, dice Verdaguer, que añade que mantener la fuerza física no solo sirve para tonificar el cuerpo, sino para potenciar funciones inmunológicas, hormonales y cognitivas.
Según el experto, hacer ejercicio es muy bueno, pero hacerlo en el momento adecuado multiplica sus beneficios. «Yo soy partidario del crono-ejercicio, que nos invita a practicar algo de deporte entre las 6 y las 10 de la mañana para combatir la inflamación y las digestiones pesadas».
El descanso y la crononutrición, esenciales para la edad biológica
La salud nace en el intestino, y Verdaguer recomienda observar cómo son nuestros gases y también el aspecto de las heces como señales claras del estado del organismo. «Heces poco consistentes, hinchazón o gases frecuentes pueden reflejar inflamaciones ocultas o desequilibrios bacterianos».
«Nunca es tarde para empezar a encontrarse mejor», dice el nutricionista y fisioterapeuta Xevi Verdaguer. Y añade: «El sistema nervioso, el inmune y el endocrino interactúan constantemente entre ellos. Por eso lo que comemos y cuándo lo comemos es importante para nuestro estado de salud general».
«Si estamos estresados y hemos dormido mal, vamos a tener resistencia a la insulina y nos va a apetecer azúcar. Todo está conectado, y siempre es mejor comer lo que te pide el cerebro y dormir bien. Para desayunar, yo me hago pan de trigo sarraceno con aguacate, y chai late. Me gusta comer cosas reales, pero no soy radical en nada. Me hidrato muy bien por la mañana con agua y fruta. Como muy poca carne y menos lácteos de vaca».