Publicado: julio 10, 2025, 9:23 am
Hay quien todavía piensa que el aire de casa es siempre limpio, pero basta con abrir una ventana en plena ciudad o convivir con alguien alérgico para darse cuenta de que la realidad es otra, como ocurre en mi caso, con un niño con problemas pulmonares y una pareja que es alérgica al polen, entre otras cosas. Eso y que vivimos en una de las zonas más contaminadas de Madrid.
Entre el polvo, los ácaros, los pelos de mascota y las partículas contaminantes que se cuelan desde la calle, mantener un ambiente saludable es casi una misión imposible, y eso me llevó a probar suerte con un purificador de aire en casa. Aposté por el Philips Serie 600 por un motivo principal: sus recambios son bastante asequibles.
Luego compré el segundo y ahora voy a ir a por el tercero, y es que se nota de verdad, al menos cuando tenemos las ventanas cerradas. Y depurar, depura, algo que puedo comprobar cada vez que saco el filtro para limpiarlo o cambiarlo, cada 2-3 meses; ahí veo la espantosa cantidad de suciedad que ha acumulado.
El precio es bastante llevadero hoy, y es que en las rebajas del Amazon Prime Day ha pasado a costar solo 99,99 euros. No es una oferta de las más abultadas, pero es que este aparato ya era barato de por sí.
Un modelo ‘low cost’ que cumple con casi todo
A la hora de elegir un purificador, hay que tener en cuenta varios factores, como por ejemplo cuántos metros cuadrados puede cubrir, el precio de los recambios para el filtro y si lleva filtro HEPA.
No solo ayuda a eliminar alérgenos y partículas microscópicas, sino que mejora la pureza del aire y te permite respirar mejor, dormir más tranquilo y hasta notar menos molestias en la garganta o los ojos.
Lo primero que hay que entender es cómo funcionan estos dispositivos. Un purificador de aire no es más que un ventilador inteligente que aspira el aire de la habitación, lo hace pasar por varios filtros y lo devuelve limpio y libre de impurezas. El corazón de cualquier buen purificador es el filtro HEPA, capaz de atrapar hasta el 99,97% de las partículas ultrafinas de hasta 0,3 micras: polvo, polen, esporas de moho, bacterias y hasta algunos virus.
Además, muchos modelos incorporan filtros de carbón activo para eliminar olores y gases nocivos, y algunos añaden capas adicionales para capturar pelos de animales o neutralizar compuestos orgánicos volátiles. El resultado es un aire mucho más limpio, ideal para personas con alergias, asma o simplemente para quienes quieren cuidar su salud y la de su familia.
El Philips Serie 600 es uno de los purificadores más populares por su precio y porque tiene filtro HEPA. Está pensado para habitaciones de hasta 49 metros cuadrados, así que cubre de sobra dormitorios, salones o despachos medianos. En condiciones normales, es capaz de purificar una habitación de tamaño medio en menos de 16 minutos, algo que se agradece si tienes invitados o necesitas ventilar tras cocinar.
Uno de los puntos fuertes de este modelo es su sensor inteligente de calidad del aire. El aparato mide en tiempo real la concentración de partículas PM2.5 y ajusta automáticamente la velocidad de purificación según las necesidades del ambiente. Esto significa que no tienes que estar pendiente de nada: si detecta un pico de contaminación, aumenta la potencia; si el aire está limpio, reduce el ruido y el consumo energético. Un anillo luminoso en la parte frontal cambia de color según la calidad del aire, así que de un vistazo sabes si puedes relajarte o si toca ventilar un poco más.
El Philips Serie 600 también destaca por su funcionamiento silencioso. En modo sueño, el nivel de ruido baja a apenas 19 decibelios, lo que permite dejarlo encendido toda la noche sin que moleste.
Para quienes conviven con mascotas, como es mi propio caso con dos gatos, el Philips Serie 600 es especialmente útil. El filtro HEPA atrapa los alérgenos de perros y gatos, y el carbón activo neutraliza los olores, así que el ambiente se mantiene fresco incluso en casas donde hay varios animales.