Publicado: septiembre 2, 2025, 4:02 pm
A caballo entre Valencia y Madrid, Violeta Mangriñán siempre ha tratado de compaginar su faceta como influencer y empresaria de un negocio de té matcha con su vida personal y la crianza de sus hijas. Sin embargo, no siempre lo ha logrado y, por ello, a pesar de a veces se «castiga» al no poder abarcarlo todo por su apretada agenda, cuenta con la ayuda externa de un personal de servicio.
Esta circunstancia, que ella mismo describió hace unos meses como «lo más normal del mundo» ante el aluvión de críticas que recibió, vuelve a estar sobre la mesa ante el inicio de septiembre y la llegada de la rutina. Y es que, tan solo unos meses después de que la valenciana se mudara a Villa Canela, su primera vivienda en propiedad en la capital, muchos se preguntan cómo gestionará el cuidado de sus hijas, sin el apoyo de su suegra.
A este respecto, Mangriñán ha señalado que el inminente inicio del curso escolar les facilitará la conciliación, tanto a Fabio Colloricchio como a ella, ya que las pequeñas Gala y Gia pasarán menos tiempo en casa. Además, ha destacado su «transparencia» a la hora de eliminar cualquier «tabú» en torno a la contratación de personal doméstico.
«Desde que Gala cumplió ocho meses, tengo a una chica que me ayuda con las tareas del hogar y con las niñas. Y ella siempre ha estado, menos los nueve meses que estuvimos en Valencia», explicó la exparticipante de Supervivientes, este lunes, en sus historias de Instagram, destacando la labor que, aun a día de hoy, sigue realizando. «Es mi ángel de la guarda», apuntó.
Fabio se marcha a Argentina «por trabajo»
En este contexto, la creadora de contenido ha revelado que tiene previsto ampliar el servicio debido a que Fabio, su pareja y padre de sus hijas, se marchará «por trabajo» a Argentina durante una larga temporada, aún sin determinar. «No sé si será un mes o dos», explica Violeta, destacando que, presumiblemente, contará con una empleada doméstica extra de cara al fin de semana, ya que no le resulta viable encargarse de las tareas, al tiempo que se dedica al cuidado de sus hijas.
«Yo sé que hay madres que pueden con todo, que pueden ir a trabajar sin ayuda o que pueden permitirse el lujo de no trabajar y estar todo el día con sus hijos, pero no es mi caso», subrayó la influencer, quien, echando la vista atrás, recuerda que sus padres también optaron por contratar a «niñeras» cuando se veían sobrepasados por el trabajo y tampoco podían contar con la colaboración de los abuelos de Violeta.
«Mis padres siempre han trabajado fuera de casa y, en parte, me han criado mis abuelos. Y, cuando no podían, contrataban a una niñera», cuenta Mangriñán en sus stories, haciendo alusión a la similitud con su situación actual y mostrándose agradecida por contar con esta posibilidad que, a todas luces, considera necesaria.
Antes de zanjar el asunto, la influencer aclaró que no cuenta con servicio doméstico las 24 horas y que, por tanto no se trata de una asistenta de hogar interna. Además, hizo un llamamiento para que la gente deje de «meterse en vidas ajenas». «No sé por qué tendría que ser criticable tener una ayuda, cada uno puede hacer con su vida y su casa lo que le venga en gana», concluyó.
