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Una teoría de la conspiración dice que todos los instrumentos del mundo están mal afinados. Y por supuesto incluye a los nazis

Publicado: octubre 18, 2025, 10:23 pm

Una teoría de la conspiración dice que todos los instrumentos del mundo están mal afinados. Y por supuesto incluye a los nazis

Quizás no lo sepas, pero hay gente convencida de que llevas toda la vida escuchando ‘mal’ la música. No solo tú. Todo el mundo. Y no por una cuestión de gustos o un problema de las bandas, sino de cómo afinamos los instrumentos. En su opinión llevamos décadas usando una referencia equivocada (en hercios) como resultado de un maquiavélico plan nazi para distorsionar conciencias.

Todo se limita a un dilema: ¿432 Hz o 440 Hz?

De hercios, nazis y conspiraciones. A estas alturas de la película cualquiera diría que es difícil asombrarse con teorías de la conspiración. Y con toda la razón. Los conspiranoicos llevan años décadas defendiendo conjeturas de todo pelaje que hablan sobre fin del mundo o diabólicos planes de control poblacional.

Si algo tiene el universo magufo sin embargo es una infinita capacidad para sorprender, como bien demuestra una teoría que ha sonado con fuerza en los últimos años. Su premisa es desde luego sorprendente: llevamos décadas afinando mal nuestros instrumentos musicales y lo hacemos así por un plan nazi.

Un poco de historia. Antes de meternos en arenas conspiratorias hace falta recordar algo de historia. Hoy quizás estemos acostumbrados a que (casi) todos los músicos y orquestas afinen igual, lo que significa básicamente que todos las notas «la» (do, re, mi… o cualquier otra) suenan de la misma manera; pero no siempre ha sido así. James Felton, de IFL Science, recuerda que hace siglos los intérpretes estaban habituados de hecho a las variaciones locales en el afinado.

Es más, un compositor podía inclinarse por un «la» en 423 hercios y otro en 422. No es un matiz menor porque el hercio indica la velocidad de vibración, lo que en la práctica afecta a cómo de agudo o grave es el sonido que nos llega. «Si tomamos como ejemplo la Alemania previa a 1600, se cree que el tono de los órganos variaba entre un máximo de La=567 Hz para los primeros órganos de tubos simples de la Edad Media y un mínimo de 377 para los primeros órganos modernos alemanes de alrededor de 1511», explica Lynn Cavanagh en un paper sobre la materia.

¿Y si fijamos un estándar? Esa es la idea que fue abriéndose paso entre los profesionales de la música. ¿Por qué no fijar un estándar único que garantice que un «la» se afine igual (en hercios) en un país que en otro, lo que se traduce en que una misma canción sonará igual sin que importe quién y dónde la interprete? 

Ese empeño por unificar puede remontarse como mínimo a finales del XIX, cuando la Comisión de Música del Gobierno de Italia apostó por que todas las orquestas usasen un diapasón a 440 Hz. El debate no quedó zanjado sin embargo y pasarían décadas aún antes de que los músicos llegasen a un consenso. Sin ir más lejos, Francia y Austria abogaban por 435 y algún compositor lo hacía por 432.

En 1917 la Federación Americana de Músicos apoyó la postura italiana, en 1939 una conferencia mundial organizada por el British Standards Institute hizo una recomendación similar y ya en los años 50 se logró un acuerdo internacional para que la nota «la» de los pianos se afinara a 440 Hz. El objetivo: que la misma tecla sonase exactamente igual así se pulsase en España que en Canadá, la India o Estados Unidos. La decisión quedó avalada décadas más tarde, en los 70.

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¿Asunto zanjado? No del todo. Y no solo porque haya músicos que opten por otras afinaciones o incluso ciertas orquestas apuesten por soluciones alternativas, como el A-436 hz. Algunos amantes de las conspiraciones han encontrado en esa apuesta global por los 440 hercios material para alimentar una teoría que combina a los nazis, el efecto de la música sobre nuestra salud y un delirante experimento para el control mental. Hay quien incluso mete en la ecuación a los Rockefeller, la Gran Pirámide de Egipto, Stonehenge, el Sol y la Luna o el Sri Yantra.

Rizando (aún más) el rizo. Para comprender mejor el fenómeno viene bien echar un vistazo a un artículo publicado en 2021 por Reuters Fact Check. En él la agencia de noticias se hace eco del bulo y lo desmonta punto por punto hablando con académicos. Antes cita textualmente una de las publicaciones en redes que defienden la teoría, una oportunidad única para conocer su argumentario:

«¿Sabías que Jimi Hendrix, junto con John Lennon, Bob Marley y Prince, afinaban su música a una frecuencia específica de 432 hercios? Se conoce como el ‘latido de la Tierra’, tiene importantes beneficios curativos y se han encontrado instrumentos antiguos egipcios y griegos afinados a 432. Sin embargo, desde 1953 toda la música se afinado a 440 . Esta frecuencia no tiene ninguna relación científica con nuestro universo y, de hecho, provoca agitación. Los nazis la usaron en la Segunda Guerra Mundial contra sus enemigos para hacerles sentir y pensar de cierta manera».

¿Es una teoría aislada? No. De hecho llega una búsqueda rápida en Google para encontrar un buen número de artículos que recogen la teoría de una u otra manera, con variaciones. Al fin y al cabo, si algo tienen las teorías conspirativas es que no suelen estar estandarizadas, igual que la afinación musical hace siglos.

En ellos se leen afirmaciones como que la Fundación Rockefeller impulsó el estándar 440 Hz como parte de una supuesta «guerra contra la conciencia», que uno de los grandes partidarios del cambio fue el ministro nazi Joseph Goebbels, quien vio en el 440 Hz una forma de distorsionar conciencias, o que la afinación en 432 hercios es mucho mejor para los humanos porque «refleja las proporciones» del Sol, la Tierra y la Luna, entre otras cosas. A modo de prueba muestran los patrones que del agua cuando se la hace vibrar con un sonido de 432 Hz.

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«No tienen base empírica». Aunque hay firmes partidarios de esas ideas y de que a todos nos iría mucho mejor si escucháramos nuestra música afinada a 432 Hz, sus afirmaciones enarcan las cejas de los expertos. Y eso como poco. «No hay ninguna investigación empírica que sugiera que el universo tenga una frecuencia acústica preferida», explica Susan Rogers, del Berklee College of Music. 

De opinión similar, Ian Cross, de la Universidad de Cambridge, insiste en que afirmaciones de ese tipo «no tienen base empírica». Aún más rotundo se muestra el profesor de la Universidad de Maryland Jeffrey Herf cuando se le pregunta por el supuesto empeño de Joseph Goebbels por utilizar cierto tipo de afinación para manipular a enemigos: «Nunca había oído nada parecido. Es absurdo».

Imágenes | Peter Ivey-Hansen (Unsplash), Wikipedia y Breve Storia del Cinema (Flickr)

En Xataka | En 1940 los nazis invadieron una isla británica. Allí se encontraron con un enemigo inesperado: un idioma que nadie entendía


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La noticia

Una teoría de la conspiración dice que todos los instrumentos del mundo están mal afinados. Y por supuesto incluye a los nazis

fue publicada originalmente en

Xataka

por
Carlos Prego

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