Publicado: mayo 3, 2025, 10:23 pm
Desde el punto de vista nutricional, no todos los plátanos son iguales. A pesar de ser una de las frutas más conocidas por su excelente fuente de potasio, también goza de otra serie de beneficios para la salud en función de la fase de maduración en la que se encuentren.
Stephanie Schiff, dietista nutricionista del Hospital Northwell Huntington de Nueva York, ha explicado en un artÃculo en el New York Post qué diferencias se pueden encontrar en los plátanos dependiendo del color que tenga su cáscara.
AsÃ, aquellos plátanos de color verde intenso por fuera «contienen una cantidad relativamente alta de almidón resistente«, señala.
Esto serÃa algo positivo y muy beneficioso, ya que «es un tipo de fibra que el cuerpo tarda más en digerir y no provoca picos de azúcar en sangre tan rápidos ni tan graves como un plátano maduro».
El almidón resistente es muy importante para el desarrollo de la microbiota intestinal al favorecer «el desarrollo de bacterias beneficiosas», indica, por su parte, Amparo Gamero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
«Cuanto más verde esté el plátano, mejor para la salud», apunta Schiff que, sin embargo, matiza que «tendrá un sabor más amargo y granulado».
Aunque esta nutricionista no los come cuando están completamente verdes, sà reconoce que prefiere «un plátano menos maduro con mucho verde«, y eso es «lo que recomiendo a mis pacientes con diabetes».
A medida que el plátano va madurando, el pigmento amarillo comienza a hacerse más visible y los almidones de la fruta también cambian, al igual que sus beneficios.
En este caso, los plátanos amarillos «contienen niveles más altos de antioxidantes, vitamina C y azúcares», sostiene Suzi Schulman, quiropráctica de Nueva Jersey.
También mantienen todavÃa un alto contenido en fibra, según Gamero. «Es adecuado para gente que tiene intolerancia a ciertos azúcares simples», puntualiza esta profesora de la UOC.
Su nivel nutricional vuelve a mutar cuando el plátano ya está demasiado maduro, es decir, cuando su piel se vuelve marrón. «Aquà caen las vitaminas y los minerales, y el almidón se rompe en azúcares simples», apunta Gamero.