Publicado: mayo 29, 2025, 11:24 am
La aclamada película ‘2001: Una odisea en el espacio’, de Stanley Kubrick, convirtió el ‘Vals del Danubio Azul’, de Johann Strauss, en un ‘himno espacial’. Sus notas casan a la perfección con la ligereza de la falta de gravedad. Pero, en realidad, la pieza jamás fue enviada al espacio, como, en cambio, sí ocurrió con ‘La flauta mágica’ de Mozart, los ‘Conciertos de Brandeburgo’ de Bach o ‘La consagración de la primavera’ de Stravinsky. Esas piezas musicales, entre otras, formaron parte de los ‘Discos de oro’ a bordo de las naves Voyager 1 y 2, los objetos fabricados por la humanidad más distantes en el espacio, lanzados en 1997. Este sábado, se hará justicia con Strauss. La Agencia Espacial Europea (ESA) transmitirá el famoso vals hacia las estrellas desde su antena de 35 metros en la localidad de Cebreros (Ávila) mientras es interpretado en directo por la Orquesta Sinfónica de Viena, dirigida por Petr Popelka, en la capital austriaca. La iniciativa, organizada por la ESA y la Oficina de Turismo de Viena, pretende conmemorar el bicentenario del nacimiento del genial músico al tiempo que crea «un puente musical atemporal entre la humanidad y el Universo». La enorme antena parabólica, construida para escuchar las misiones que viajan más allá de la Luna, lanzará la música del concierto como una onda electromagnética a la velocidad de la luz en dirección a la sonda Voyager 1, la primera en cruzar al espacio interestelar y que actualmente se encuentra a más de 25.000 millones de kilómetros de la Tierra. La señal llegará a la Luna en 1,28 segundos; a Júpiter, en 37 minutos; a Neptuno, en cuatro horas; y a la heliopausa, el límite de la influencia del Sol, en 17 horas. Tardará 23 horas en alcanzar la Voyager 1 y seguirá viajando hasta el infinito. La estación de Cebreros , que este año celebra su 20 aniversario, forma parte de la red global Estrack de la ESA – que comprende seis estaciones en seis países – y es una de las tres antenas de espacio profundo de la red junto a las de Argentina y Australia. Es utilizada diariamente para mantener comunicaciones con misiones de la ESA como Juice, que se dirige a Júpiter y sus lunas heladas; BepiColombo, con destino Mercurio; y Hera, la nave de defensa planetaria europea que vuela hacia el asteroide Dimorphos. A lo largo de dos décadas, la antena ha apoyado misiones tan emblemáticas como Rosetta (el primer aterrizaje en un cometa), Mars Express y el rover Perseverance de la NASA en Marte. En un mes habitual, la estación facilita más de 500 horas de conexión ininterrumpida con naves espaciales. «Estamos encantados de que Cebreros pueda contribuir a este proyecto artístico utilizando su capacidad disponible para enviar una señal al Universo», ha dicho Octave Procope-Mamert, responsable de Infraestructura Terrestre de las Operaciones Espaciales en la ESA. «Transmitir la obra de un genio musical a las estrellas pone de relieve la excelencia técnica necesaria para operar y comunicarnos diariamente con las misiones europeas capaces de expandir nuestro conocimiento del sistema solar», ha añadido. Los discos de las Voyager contenían una colección limitada de música y artefactos culturales. Entre ellas, 116 imágenes, sonidos naturales de la Tierra, saludos hablados en 55 idiomas y 27 de las mejores canciones del mundo. «La película de Stanley Kubrick convirtió el Vals del Danubio en el himno espacial. La ausencia del más famoso de todos los valses en los ‘Discos de oro’ de las Voyager es un error histórico que estamos corrigiendo«, ha comentado Norbert Kettner, director de la Oficina de Turismo de Viena. Por tanto, »tendrá un impacto que va más allá de nuestro sistema solar». La celebración se producirá justo un día después del 50 aniversario de la firma de la Convención de la ESA, que dio lugar al nacimiento de la agencia espacial. Además, se ha ofrecido al público la oportunidad de apadrinar cada una de las 13.743 notas de la pieza a través del sitio web ‘Waltz into Space’, donde también pueden consultar la tonalidad y el instrumento correspondiente a cada nota. El espectáculo se retransmitirá en directo en Viena, Nueva York y Madrid, donde el público podrá seguirlo desde el planetario, a partir de las 20:30h. También podrá escucharse a través del livestream en space.vienna.info y en el canal de Instagram @vienna de la Oficina de Turismo de Viena.